El 'Spike' de la política ecuatoriana

Viernes, 30 de octubre del 2015 - 08:50 Imprimir

Un capítulo de dibujos animados de Looney Tunes cuenta la divertida historia de Spike y Chester. Spike es un bulldog de color gris, muy fuerte y con apariencia de malo. Mientras que Chester es un perro pequeño que sigue a Spike a todos lados y lo toma como su ídolo. La intervención de una pantera (que aparece en lugar del gato Silvestre) evidencia al grande como un perro temeroso y débil, necesitado de la protección del pequeño.

Esta escena de Spike (el perro grande necesitado de protección) me resulta muy similar a lo visto en el supuesto “debate” que protagonizó el presidente Rafael Correa con economistas “de oposición” el pasado miércoles.

Sí, el hombre que ha acumulado el mayor poder en la historia democrática reciente, se esconde en un pequeño defensor y usa una serie de artimañas que no hicieron, sino desnudar su mediocridad.

Para iniciar, él seleccionó a sus contrincantes. Les convocó al “debate” con un poco más de 24 horas. Con eso, tuvo la ventaja del tiempo de preparación. La noche de la puesta en escena del supuesto debate, una turba furibunda aguardaba a los contertulios en los exteriores de un medio de comunicación administrado por el Estado para intimidarlos. El set contaba también con barras. Una veintena de jóvenes que servirían de apoyo moral y estaban listos para lanzar preguntas (planificadas 6), darle más tiempo y que el Mandatario se “luzca”.

El gobernante tuvo apoyo en dos ministros del sector económico. Tenían la información lista y ayudaban con explicaciones que se escapaban al perro grande. Pero no solo eso, seguramente lo que provocó máyor irritación visual fue la parcial actuación del moderador. Un oxigenado lanzador de preguntas tendenciosas, referentes al pasado de los “opositores” y literal, servir de elemento decorativo al poderoso.

Con todo este escenario favorable, ¿el poderoso triunfó de manera indiscutible? NO. ¿Triunfó? NO. ¿Quedó bien, por lo menos? Tampoco. 8 años en el poder total acaban. A esta altura, su principal oposición es su figura. No es solo la gordura, las arrugas, la calvicie, el sudor excesivo, la risita nerviosa y la respiración acelerada. Se lo ve perdido en la “nube del power point”. Desorientado. No tiene idea qué es el mundo real.

Sin tarima, se evidencia al mediocre profesor universitario. Sin argumentos. Pobre de alma. No resiste una palabra contraria. Está acostumbrado al aplauso fácil, al elogio incondicional y a la ovación irreflexiva. Necesitado del perro pequeño que dé vueltas a su alrededor y lo defienda.

¿Hubo contenido en el “debate”? De valor ninguno. Como novedad, se puede destacar la acusación de Ramiro González (ex Presidente del Directorio del IESS del correísmo) de que una familia de banqueros (de esos que tanto denosta el gobernante) financió su campaña política. Éste, a su vez, acusado por el dueño del circo, de formar su partido político (Avanza) con base en el IESS. ¿Estaba el Contralor escuchando el debate? Me pregunto.

 

- Señor Presidente ¿Cuáles son la medidas a tomar para enfrentar la crisis?

-Verán, queridos jóvenes, en el pasado...

 

No. No es una caricatura, es el Presidente de la República 'safando' de una pregunta insistente. Esto sí, ya es de terror.

Para enfrentar la caída de popularidad, deberá pensarse en un nuevo circo. Seguramente deberá retar a los golpes a algún legislador opositor. El rol de matón de barrio o jefe de pandilla le quede mejor, que el de estadista.

Lo digo en serio, si la economía es su fuerte, no me lo imagino debatiendo de derechos humanos, libertades o garantías constitucionales. No me lo imagino debatiendo con Guillermo Lasso, o cualquier otro líder político de altura. Por supuesto, a menos que acepte el debate en francés con Alvarito Noboa.

 

Diego Salgado

Asambleísta

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Asambleísta por Pichincha Bancada del Acuerdo Nacional (BAN)

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