Asambleísta por la provincia de Guayas | Integrante de la Comisión De Gobiernos Autónomos, Descentralización, Competencias y Organización Territorial | - Visita mi perfil
Menos trámites y otorgar incentivos para donaciones que permitan ayudar a los más necesitados, pidieron los voluntarios de Guayaquil en una reunión sobre la nueva ley que estamos trabajando para organizaciones de la sociedad civil.
María Chilla y sus dos hijas fueron víctimas del terremoto del 16 de abril de 2016: pudieron tener un nuevo hogar gracias a una vivienda sin costo de los voluntarios de TECHO Ecuador. Manuel Klinger, chambero, pudo darle un mejor futuro a sus 3 hijos que lograron estudiar en la Unidad Educativa San Ignacio de Loyola gracias al voluntariado de la Fundación Madre Dolorosa. Chicos como Enrique, Nayeli, Andreína, Sergio y Zulem han superado el drama del abandono o maltrato en hogares gracias a programa de música del Hogar Inés Chambers.
Para poder ayudar con más eficacia, es necesario tener mayores recursos con incentivos tributarios. “Muchas veces el Estado nos ve como una competencia, cuando buscamos alfabetizar a niños que hoy no reciben educación pública”, manifestó Pamela Pisco, de la fundación Madre Dolorosa. Y Ricardo Koenig, de la Sociedad Protectora de la Infancia, explicó que “el trabajo de voluntariado es mucho menos costoso en relación a las entidades públicas: más barato resulta apoyar la acción social que ya realizamos donde muchas veces el Estado no llega”.
Agradezco a Jenny Poveda y ACORVOL, que integra a más de 80 asociaciones de voluntariado, por organizar este taller que recoge propuestas para la nueva Ley de Organizaciones de la Sociedad Civil, que tramitamos en la Comisión de Participación Ciudadana de la Asamblea, que presido, a fin de facilitar la ayuda a los más necesitados.
En la Asamblea votamos para ayudar al Hospital León Becerra. La gran mayoría aprobamos tratar la moción que propuse para que el Estado pague más de $9 millones que debe al Hospital y así asegurar que siga atendiendo la salud de familias de escasos recursos.
En la sesión mostré el caso de Amir, un niño con labio leporino a quien los médicos devolvieron su sonrisa luego de una exitosa cirugía totalmente gratuita. Como Amir, ya son 1882 personas que han tenido un cambio radical en sus vidas gracias a las misiones médicas humanitarias que realiza el Hospital León Becerra desde 2012.
En este mes de octubre visité el Hospital. Conversé con médicos y pacientes. Ricardo Koenig, Presidente de la Benemérita Sociedad Protectora de la Infancia, me contó que la atención del Hospital está en riesgo por las deudas impagas del Estado. “Mientras tenemos vidas en peligro, no podemos abandonar la labor del hospital. Hemos curado a personas con labio leporino, paladar hendido, malformación de manos, cataratas, estrabismo, hemos realizado revisiones visuales y dentales, y muchos más”, manifestó.
Agradezco a 109 de 116 legisladores que votaron a favor de tratar este tema urgente en la Asamblea, reconociendo además que este 10 de octubre el Hospital León Becerra cumplió 90 años de voluntariado y servicio a favor de las familias ecuatorianas en Guayaquil.
Lamenta que un grupo de la Asamblea se "lave las manos" ante cualquier intento "serio" de fiscalización como pasa con el caso del vicepresidente Jorge Glas, involucrado en los escándalos de corrupción de Odebrecht.
Mientras se sigua con la novela de Glas y ahora se le suma la de Eduardo Mangas el pueblo está desasistido. Se requiere dar respuestas al ciudadano que padece las calamidades de la crisis", exhortó.
Existen más de 50 firmas para solicitar el juicio político a Jorge Glas, "más de lo que exige la Ley" y en ese sentido esperamos que desde la Asamblea Nacional se le pueda dar una respuesta a la crisis política, generada a raíz de un vicepresidente involucrado en corrupción."Es necesario que Glas sea reemplazado para lograr una gobernabilidad. Estamos en deuda con la ciudadanía"
Mi criterio respecto a la situación legal del vicepresidente Jorge Glas, la actuaciónlegislativa frente al caso Odebrecht y Consulta Popular.
Un montuvio en Guayas, luego de arduo trabajo, busca vender la saca de arroz al precio oficial: $35,50. La realidad es otra: solo le quieren pagar $20 o $25. No alcanza ni para recuperar el costo de producción. Esa historia vive hoy nuestro agricultor de Daule, Santa Lucía, Palestina, Samborondón y más cantones de la cuenca del río Guayas y la costa ecuatoriana.
¿Qué hacer? La Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA) tiene arroz guardado desde 2014, que debimos exportar y equilibrar precios.
Presidente Moreno: le propongo que ordene a entidades públicas -cuarteles militares, cárceles, escuelas, hospitales, etc. -consumir el arroz ya depositado en la UNA, en vez de comprarlo a intermediarios a precio mayor. El Estado ahorra dinero, cumpliendo la austeridad, y se libera capacidad para que la UNA compre a nuestro campesino, y se puedan equilibrar precios.
Redoblemos la lucha contra el contrabando; que nuestras FF. AA. endurezcan el control fronterizo y evitar que el arroz peruano ingrese, en complicidad con piladoras locales, quebrando al productor. Lo mismo con el azúcar colombiano que perjudica a nuestro cañicultor. La raíz del problema: para competir con Perú y Colombia debemos producir más barato. Con moneda fuerte -el dólar-, hay que compensar con crédito a baja tasa de interés, subsidios al precio de venta, reducción de impuestos y aranceles, entre otras medidas.
Cambiar las autoridades del sector agropecuario es insuficiente. Lo que necesitamos cambiar son las políticas de fondo para levantar a nuestro agricultor.
Por el Ab. Héctor Yépez Martínez
Click Diario Extra
http://www.extra.ec/opinion/columnas-hay-que-ayudar-al-arrocero-EG1778574