Espejito, espejito

Miércoles, 25 de marzo del 2015 - 14:53 Imprimir

Como una expresión de narcisismo y soberbia la madrastra de Blancanieves solía preguntar al espejo quién era la mujer más hermosa. Ese monólogo autocomplaciente bien puede asemejarse a lo que el oficialismo llama “socialización de las enmiendas constitucionales”.

El caso más dramático se lo acaba de vivir en Esmeraldas. La convocatoria para que la ciudadanía conozca porqué el oficialismo necesita el poder eternamente fue limitada. El salón del municipio tiene una capacidad para 140 personas. Las sillas son reclinables y el aire acondicionado proporciona la comodidad necesaria. Los invitados son cercanos al Gobierno.

Afuera el sol es implacable. Los vendedores informales ofrecen agua, jugo de naranja y coco para continuar en la caminata. Cientos de personas nos convocamos en esta “cruzada por la democracia”. Llevamos banderas del Ecuador, pancartas de CREO y Compromiso Ecuador. Muchos se suman en ese momento.

Al paso del líder de Creo Guillermo Lasso, varias personas se detienen. Le dan la mano, piden una foto o saludan desde la ventana. Ya estamos hartos de tanto impuesto le dice un comerciante minorista. Por eso necesitamos una consulta popular, para cambiar de modelo de Gobierno, responde Lasso. Estrecha su mano con una sonrisa y continúa la marcha.

Luego de 12 cuadras es notable el cansancio en varios marchantes. Algunos buscan un objeto para cubrir su cabeza y una bebida fría. Sin embargo la euforia es mayor. Con gritos, pitos y silbidos se anuncia la llegada al mismo sitio del que partió la caminata. Una veintena de simpatizantes de Alianza País, gritan, hacen gestos y flamean las banderas amenazando agredir. La situación es controlada por un puñado de policías.

La satisfacción al terminar el recorrido es evidente. Se lo expresa en abrazos, apretones de manos y expresiones de victoria.

Al medio día, la situación de ambos grupos es distinta. Los caminantes buscan la sombra y algo de comer. Los oficialistas se levantan de los cómodos asientos, estiran sus brazos y reciben su sánduche. Los primeros afirman que seguirán a la comisión de “enmiendas” a donde sesione, exigiendo una consulta popular. Los segundos regresan al espejo a preguntar “espejito, espejito, ¿Quién es el mejor presidente y debe reelegirse indefinidamente?”.

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Diego Salgado
Asambleísta por Pichincha Bancada del Acuerdo Nacional (BAN)

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