Mujer: Rostro contemplado con dignidad

Jueves, 17 de septiembre del 2015 - 16:35 Imprimir

Las primeras frases de la Constitución de nuestro país empiezan con una hermosa invocación de dos palabras que son al tiempo solidaridad, equidad y fraternidad, las dos palabras que reúnen a quienes  construyen un futuro de bienestar para todos los pueblos,  palabras que se han usado para invocar todas las luchas de liberación de los pueblos, palabras que se deben usar para convocar a todos quienes se sientan llamados a construir un sueño; nuestra constitución inicia con las palabras NOSOTRAS Y NOSOTROS.

Y  aquí estamos en efecto nosotras y nosotros, nosotras en primer lugar no por una falsa y condescendiente caballerosidad sino porque hemos sido siempre las mujeres la vanguardia de toda lucha social, y nosotros también porque la construcción de un mundo justo  no hace distinción entre lo masculino y lo femenino,  sino que constituye la unificación de lo humano. Por eso es que hoy  nos encontramos mujeres y hombres parlamentarios de las Américas, en Quito, unidos en la firme convicción de que la ley puede ser la guía que marque el camino hacia la equidad y la justicia.

Queriendo que este ideal nos fortalezca y buscando que esa voluntad que nos inspira halle continuidad en el tiempo y se haga presente en los hechos , seguimos el sendero que marcara hace veinte años la  Declaración y Plataforma de Acción Beijing, firmada por 189 Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas, que producto de un proceso de constantes luchas por la reivindicación de los derechos de las mujeres, hoy nos cobija y compromete a todas y todos a trabajar porque las convicciones que llevaron a grupos de valerosas mujeres a luchar por este legado de victoria del que hoy hacemos memoria, no sucumban ante las adversidades y sean ese faro que nos guía en la inquebrantable misión de luchar por una verdadera equidad de género que haga de nuestra América y del mundo un lugar en el que mujeres y hombres seamos pares y convivamos  sin diferencias ni discriminación.

Bien podríamos decir que al encontrarnos en la mitad del mundo, sentimos también que nos hallamos en la mitad de un camino del cual somos al mismo tiempo herederos y forjadores, nos encontramos en el punto en el que podemos ver al pasado  y sentir que pese a todas las limitaciones que hemos enfrentado, contamos con un compromiso que ha permitido que logremos avances en materia de derechos de la mujer, por ello este foro constituye también una ventana abierta hacia el futuro para que parlamentarias y parlamentarios con el poder de decisión que nos han conferido nuestros pueblos logremos que las mujeres de América y del mundo disfruten de una realidad en la que prime a igualdad de género en todas las dimensiones de la vida.

Es un camino de constantes desafíos, sabemos que avanzamos y queremos  no solamente generar un encuentro de buena voluntad a nivel internacional, sino constituirnos en un mecanismo de evaluación y exigencia de marcos jurídicos, decisiones políticas, instituciones comprometidas, planificaciones coherentes,  gestión pública y política que lleven dentro de sí la convicción de que no tendremos una sociedad en la que valga la pena vivir sino es aquella en la que se encuentren plenamente atendidos y desarrollados los derechos de la mujer en sus diversas esferas.

Buscamos que se implementen compromisos que permitan transformar la realidad y que incidan en las estructuras sociales para que las mismas sean acordes con un ejercicio pleno de derechos sin distinción de género, queremos una economía que integre la dimensión de lo humano, que beneficie a quienes aporten con ella, que sea fuente de prosperidad general, que no olvide quiénes generan bienestar en los hogares y que necesitan también que les otorgue ese bienestar en las esferas de trabajo.

Queremos que los medios de comunicación sean la representación más fiel de lo que somos, queremos una imagen que contemple nuestras necesidades pero también nuestras fortalezas, que sepa que las mujeres somos parte importante en la familia pero también en la colectividad, queremos un sentir de identidad propio no vinculado a  las necesidades y visiones de los demás, queremos que  en lo público la palabra Mujer no tenga la consabida connotación de debilidad ni de sumisión, ya que las mujeres somos, sin lugar a dudas, personas definidas en una palabra que se proclama con fortaleza y un rostro contemplado con dignidad.

A partir de este encuentro, lo que buscamos es que las que las niñas de nuestra América tengan la oportunidad de estudiar y aprender sin que tengan que cargar con la expectativa de lo que la sociedad espera de ellas, sino que crezcan alimentando la esperanza y la libertad de ser aquello que desean ser, que acudan a los centros de enseñanza con la certeza que será un lugar en el que aprendan a desarrollar todo su potencial,  que regresen a casa sabiendo que se encuentran libres de acoso en el camino y que sus hogares no son su primer espacio de servicio sino su más valioso refugio de amor; queremos que sepan que sus madres, sus abuelas, sus hermanas y las lideresas a las que miran como un referente, han luchado para que ellas sean dueñas de una tierra que las valora, las necesita, las cuida y requiere de su fortaleza, su valentía y su capacidad; que para las niñas el ser mujer no represente ningún límite y sepan que si desean sumarse a esta lucha que hoy fortalecemos y celebramos, no encontrarán para ello ninguna frontera.

Como presidenta del Grupo de Mujeres de ParlAméricas, me siento complacida de formar parte de este empeño, mirar a mi alrededor y encontrar otras voluntades firmemente convencidas de la importancia y necesidad de implementar estas iniciativas, plasmar en ellas nuestro consenso y nuestra visión sobre la sociedad que queremos y tomarlas como la hoja de ruta  por la cual llevar la trayectoria de nuestras acciones en el propósito de conseguir el real reconocimiento de la igualdad de género y los derechos de la mujer.

Estamos respaldados por toda una historia de lucha, por un crisol de pensamiento y acción; este evento se ha preparado sabiendo que constituirá un espacio que reafirma un compromiso continental, nos permitirá emular los logros que se han alcanzado, aprender de las experiencias de los países hermanos, evaluar las causas de nuestro retroceso de ser el caso y comprometernos a mejorar de forma conjunta.

Las acciones que logremos emprender en este evento posiblemente no tengan por sí mismas la trascendencia que se requiera para un cambio profundo y duradero en las relaciones de poder en la familia y la sociedad, pero sin duda son un paso más que caminamos en esa dirección, y es importante que lo demos sin considerar cuánto nos falta, sino qué nos inspira a caminar. El éxito de este evento evidencia que existieron voluntades dispuestas a congregarse y ese hecho ha sido a lo largo de la historia el inicio de grandes y significativas transformaciones.

Mi agradecimiento a las personas que han colaborado para este evento, a Moni Pizani, Representante de ONU Mujeres en Ecuador por ser uno de los valiosos aportes sobre los cuales el Grupo de Mujeres de ParlAméricas asienta su labor y a la Ilustre Presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira Burbano, quienes con sus incesantes luchas, trabajo esforzado y comprometido y su brillante trayectoria, inspiran a niñas y mujeres a confiar en sí mismas, a creer en sus sueños y tener la certeza de que es totalmente posible lograr una sociedad en la que los derechos de las mujeres sean plenamente reconocidos; a la senadora mexicana Marcela Guerra Castillo, Presidenta de ParlAméricas, quien generosamente ha enviado un saludo fraterno a todos los presentes y ha augurado éxitos a este foro; a las personas que han venido trabajando este proceso desde hace más de 20 años, a todos quienes se comprometan en este esfuerzo de aquí en adelante y a las millones de mujeres que sin ser abogadas son en el mundo el espejo de la justicia, sin ser periodistas nos cuentan con su vida una  historia maravillosa  de  lucha y de dedicación, sin llevar armas ser guerreras defienden  la vida y sus derechos  y luchan por ellos y que sin ser políticas toman cada día en sus manos  las decisiones que hacen del mundo un mejor lugar en el cual estar. 

Gina Godoy Andrade
Asambleísta por Guayas Alianza PAIS

Gina Godoy Andrade, Asambleísta por el Guayas. Distrito 1 Feminista, luchadora permanente por la igualdad de género, la niñez y la adolescencia Asambleísta desde 2009. Integrante de la Comisión de Justicia y Estructura del Estado.

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