La asambleísta Marcela Aguiñaga, segunda vicepresidenta de la Asamblea, destacó que la población ecuatoriana mantiene una actitud positiva y optimista frente a los diálogos nacionales por la equidad y justicia, que lleva adelante, en territorio, la Legislatura en coordinación con Senplades.
Es más, la ciudadanía tiene confianza en los resultados de estos encuentros, más aún cuando los responsables del proceso nos hemos comprometido en hacer un seguimiento permanente a la aplicación de la política pública y de las diferentes leyes, precisó, al indicar que mañana –miércoles- se realiza un diálogo nacional en la ciudad de Guayaquil.
En cada zona se recibe a representantes sociales, económicos, productivos, académicos, con quienes se analizan las leyes que están en construcción y aquellas que son de preocupación de la comunidad. Allí existe voluntad de erradicar la pobreza y lograr un país de mayores oportunidades, de justicia, equidad, de igualdad en educación y salud, expresó.
La Asamblea Nacional ejerce una responsable fiscalización en torno a la aplicación de políticas públicas y también realiza un seguimiento de la aplicación de las leyes, enfatizó, tras insistir que no solo se trata de escuchar o participar, sino hacer un seguimiento efectivo de las demandas ciudadanas, a fin de mejorar en lo que hemos avanzado, enfatizó.
Marcela Aguiñaga subrayó que la gente está empoderada de sus derechos en torno a la gratuidad en los segmentos de salud y educación, especialmente, pero a la vez preocupada sobre el mejoramiento de la calidad del servicio.
Además, hemos determinado cierto desconocimiento por parte de los operadores de justicia en la aplicación del Código Orgánico Integral Penal (COIP), específicamente en materia de sanciones por micro y narcotráfico, añadió.
Destacó que los ciudadanos ven con muy buenos ojos la institucionalización de diálogos permanentes, que permiten identificar qué cosas podemos mejorar, qué país queremos construir, añadió, al comentar que los jóvenes han hablado de la necesidad de promover más institutos tecnológicos que posibiliten herramientas de trabajo, sobre todo en las zonas rurales, en circunstancias que no cumplan los puntajes del ENES y pasar a la universidad.
La ciudadanía todavía se sorprende que los asambleístas se pongan junto a ellos, de igual a igual, mirándonos a la cara, conversando, reconociendo lo bueno y corrigiendo donde haya que corregir; se sorprende que por primera vez en la historia se desarrollen diálogos, que transcienden las banderas políticas, concluyó.
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