El principal objetivo de estos diálogos es recolectar demandas y propuestas desde los diferentes territorios para su posterior tratamiento en el ámbito Legislativo y Ejecutivo. Así lo dijo la segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Marcela Aguiñaga, durante la inauguración del tercer diálogo nacional por la Equidad y Justicia Social, organizado por la Asamblea Nacional y la Secretaría de Planificación y Desarrollo (Senplades), en Guayaquil.
Hace ocho años la Revolución Ciudadana se planteó la meta de cambiar un país excluyente que privilegia el capital a uno donde todas y todos los ciudadanos sean protagonistas. Luego de este tiempo ratificamos que hemos logrado muchos cambios, pero estamos seguros que todavía nos falta, siempre habrá algo más por lo que se deba trabajar, enfatizó ante más de mil personas provenientes de las provincias de Guayas, Los Ríos, Bolívar, Santa Elena y Galápagos.
En la Federación Deportiva Nacional del Ecuador, en donde se realizó el diálogo, la segunda vicepresidenta dijo que siempre han pensado que Ecuador debe ser un país donde se privilegie la redistribución de la riqueza. Los postulados que hoy defendemos son los que la clase política del pasado rechaza y lo hace con violencia, añadió.
El primer paso para lograr un país equitativo fue la construcción de la nueva Constitución hace ocho años. Logramos una Carta Magna con base en principios fundamentales olvidados por mucho tiempo como educación y salud gratuita, universalización de la seguridad social, una naturaleza con derechos, políticas económicas alternativas, economía popular y solidaria, así como un estado plurinacional e intercultural, manifestó.
Hoy es necesario reflexionar y analizar lo que hemos logrado y hacia dónde queremos llevar al país. En la actualidad ya no están en debate los derechos sustanciales, sino la calidad del servicio, de la normativa, de las leyes, enfatizó Marcela Aguiñaga.
Resaltó que cada una de las leyes que se han aprobado en la Asamblea Nacional, más de 30 en este período legislativo, tienen como principio básico el promover la redistribución de la riqueza, la justicia y la equidad social. Sí, probablemente hemos cometido errores, pero el debate de hoy es cómo enmendarlos y mejorarlos, acotó, tras insistir que estamos abiertos a escuchar a todos los sectores que se acerquen con propuestas para lograr el gran objetivo: la disminución de las brechas de inequidad.
Sobre el trabajo de la Asamblea, hizo referencia a las Leyes de Recursos Hídricos; de los Consejos Nacionales para la Igualdad; de creación de las universidades; de Telecomunicaciones; de Reparación de las Víctimas; de Comunicación; de la Función de Transparencia y Control Social; de Justicia Laboral; reformatorias a la Ley de Seguridad Social; entre otras.
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