Con el fin defender las propuestas del Código Ambiental, en cuanto a fauna silvestre y urbana, el director del Hospital Veterinario de la Universidad San Francisco de Quito, Andrés Ortega Ojeda, acudió al Pleno de la Asamblea Nacional. Ahí dijo que la iniciativa no es un invento ecuatoriano, sino que coincide con principios científicos internacionales que concluyen en diferentes parámetros de bienestar animal, basados en principios de libertad y cuyo cumplimento coincide con el animal en goce de su salud, en todo su contexto.
Desde hace varios años apoyamos reformas a la legislación para que proteja a la fauna silvestre y se norme la cacería, el comercio, la tenencia ilegal de las diferentes especies, así como también apoyamos propuestas que promuevan el manejo responsable de la fauna urbana, dijo el veterinario. El especialista explicó que esta última fauna está comprendida por los animales domésticos dentro de un perímetro urbano, que incluye incluso los cantones rurales. En esta se encuentran los animales de compañía, de consumo, de plaga, de experimentación, para entretenimiento, animales de terapia, perros policías, perros guías, animales ornamentales, entre otros.
Aclaró que el proyecto que se discute en la Asamblea establece medidas específicas para cada uno de esos animales, con el fin de generar un marco legal acorde a las necesidades de cada grupo. Insistió en que esta normativa no fue construida únicamente por gente citadina, porque fue socializada con la ciudadanía, así como con especialistas que viven y conocen las realidades urbanas y rurales.
Sin embargo, expresó su descuerdo con ciertas propuestas encaminadas a validar prácticas culturales, en vista que las mismas no tienen una explicación lógica. Por ejemplo durante una fiesta internacional, que se desarrolla en Dinamarca, en donde un grupo de personas acorrala a cientos de ballenas para cazarlas, como parte de una tradición, no justifica esta acción, aseveró.
Sobre estas actividades, mencionó que el FBI ha demostrado que los Estados que promueven políticas públicas para evitar la violencia con los animales reducen en la incidencia de este fenómeno entre los seres humanos. En tanto, que la Organización Mundial de la Sanidad Animal exhorta a sus 180 países miembros, entre ellos Ecuador, a crear parámetros de bienestar animal, con el fin de reducir problemas de salud pública.
Informó que según datos del Municipio de Quito, en la actualidad, en esta ciudad, la sobre población de perros abandonados suman más de 28 mil. Estos animales, al igual que otros, que también están abandonados representan problemas de contagio, enfermedades sonóticas, gasto público y afectación a turismo.
Por último, dijo que, como especialista, ha podido ver de cerca cómo estos animales sufren y se alegran. Apoyamos esta excelente iniciativa que nos acerca hacia un buen vivir, a través del equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza.
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