Este martes, en el Salón de la Democracia de la ciudad del Tena, provincia del Napo, se realizó la audiencia pública que como parte de la segunda fase del proceso de consulta prelegislativa del proyecto Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, la Creatividad y la Innovación (Ingenios) lleva adelante la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.
Más de 10 organizaciones sociales y alrededor de 120 personas se dieron cita a este encuentro que contó con la presencia de autoridades locales, así como del presidente de la mesa legislativa, Raúl Abad y los asambleístas Diego Vintimilla, Wilson Chicaiza y Herman Moya.
Participaron en esta cita representantes de los colectivos inscritos formalmente en el proceso de consulta prelegislativa entre los que se encuentran las comunidades kichwas de Capirona, Runashitu de Humuyacu, Suyu Kawsay y Wamaní; el pueblo originario de la Nación Quijos; el pueblo kichwa de Rukullakta; la Asociación de Producción Agrícola Jumandy Kawsay “ASOPROJUK”; la Asociación de Yachak Runas Amazónicos del Ecuador (CYRAE); el Centro Kichwa “Tamia Yura” y la Federación de Organizaciones Campesinas e Indígenas del Napo (FOCIN).
“Con este código queremos que el Ecuador llegue a ser un exportador de conocimiento y, a la vez, buscamos crear un marco jurídico que proteja la biodiversidad que tenemos, especialmente en la amazonía, así como el ingenio y creatividad de nuestra gente, porque lo único que existe hasta ahora es una ley de propiedad intelectual que data del año 1999 que no ha logrado casi nada en esta materia”, dijo Raúl Abad.
El proyecto tiene como propósito cambiar el modelo productivo del país enfocando sus esfuerzos en la promoción, incentivo, uso, aplicación y emisión de normativa relacionada a la producción de conocimiento a través de la ciencia y la innovación así como la preservación del conocimiento ancestral y la protección de la actividad del investigador.
El documento en análisis propone una legislación para favorecer la investigación, la creatividad y defensa de los recursos naturales y biológicos del Ecuador. Asimismo, busca generar instrumentos para promover un modelo económico que garantice la producción, transmisión y apropiación del conocimiento como bien de interés público, garantizando así la acumulación y redistribución de la riqueza de modo justo, sostenible y en armonía con la naturaleza. Se trata de una norma que integra leyes relacionadas con esta temática que se encontraban dispersas en otras normativas, explicó.
El enfoque del encuentro efectuado en esta parte de la amazonía ecuatoriana fue el referente a los conocimientos ancestrales y la necesidad de preservar su transmisión de generación en generación así como de proteger y promover el uso y rescate de las lenguas originarias dentro de la educación formal y no formal.
En este marco, una de las principales preocupaciones de las comunidades, pueblos y organizaciones asistentes se enfocó en la urgencia de fortalecer una normativa para evitar errores como los ocurridos con el manejo de las hierba medicinales ayahuasca, guayusa y chalipanga que, al momento, y sin permiso de las comunidades originarias amazónicas, se encuentran en proceso de patentación en otro país, según dijeros.
“Es necesario que se reconozca el conocimiento de nuestros abuelos sabios; nuestro conocimiento es una biblioteca viva y hay que protegerlo”, señaló Inés Shiguango, representante del pueblo kichwa Rukullacta.
Los participantes destacaron la importancia de estos encuentros en territorio para recoger las observaciones, aportes e inquietudes de la gente.“Estoy muy satisfecho con que nos hayan tomado en cuenta para la elaboración de este código; así debía ser, juntos a trabajar”, señaló Jaime Tapuy, representante de la Comunidad Kichwa de Runashitu.
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