La Corporación de Fomento e Innovación Productiva, Agrovida, representada por Juan Pablo Calle, en la audiencia provincial del Código Ingenios, que se realizó en Azogues, pidió se incorpore una disposición para la protección de la especie nativa del penco, para evitar su explotación por empresas extranjeras que están interesadas en la planta, que si se lo hace de forma agresiva corre el riesgo de extinguirse.
Explicó que el penco es una planta nativa, de altísimo potencial productivo, que se aprovecha en su totalidad: de las hojas, fibras; del agua, miel; de la sábila de la planta se puede hacer alcohol, similar al tequila; las raíces son medicinales y las flores son comestibles.
Informó que han conformado a nivel nacional la Asociación de Las Cadenas Productivas del Agave (Penco) del Ecuador y por unanimidad los productores de todo el país decidieron tomar acciones conjuntas para impulsar la cadena productiva y agroindustrial de esta planta con una visión de sostenibilidad, de respeto a la naturaleza y a los conocimientos ancestrales.
Específicamente acordaron estructurar un Plan Nacional de Aprovechamiento Integral Sustentable del Agave americana (penco); elaborar la norma oficial ecuatoriana para su aprovechamiento; impulsar denominaciones de origen en productos derivados del penco y la solicitud de registro como especie forestal “bandera” en el Ecuador.
En la audiencia pública, que se realizó en el Centro de Atención Ciudadana de Azogues, provincia de Cañar, participaron a más de las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades, representantes de la sociedad civil, estudiantes, maestros y ciudadanía en general.
Entre las organizaciones presentes, constan la Asociación Reina del Rocío, Chuquirahua, Federación de Ligas Barriales, Comunidad Cebada Loma, Asociación Flor Andina, Agrovida, así como estudiantes, maestros y personal administrativo de la UNAE.
Igualmente el gobernador de la localidad, Juan Cárdenas; el presidente de la Comisión de Educación, Raúl Abad, los legisladores Diego Vintimilla, Herman Moya y Santiago Cevallos, del IEPI.
Raúl Abad destacó que el código abarca temas relacionados con la diversidad, patentes, conocimiento ancestral y todo lo que ha sido la Ley de Propiedad Intelectual. “El diálogo y el debate son de doble vía y buscamos un punto de equilibrio con estas consultas prelegislativas”, precisó el legislador.
El Ecuador debe dejar de ser un país primario y pasar a ser exportador de conocimiento, y no se puede permitir que se aprovechen de nuestros recursos naturales sin tener los permisos necesarios, agregó.
Juan Cárdenas, gobernador de la provincia de Cañar, indicó que el código recoge una vieja aspiración de las comunas comunidades, pueblos y nacionalidades que durante años ha sido relegada de sus propias capacidades creativas e innovadoras; es la confirmación de esa soberanía recuperada para recoger las tradiciones con orgullo y propiedad, afirmó.
Diego Vintimilla enfatizó que el código protege los conocimientos ancestrales y “las comunidades deben estar bien informadas respecto a qué se va hacer con estos conocimientos para legitimar sus derechos”.
Santiago Cevallos, del IEPI, expresó que la propiedad intelectual ha sido utilizada desafortunadamente por quienes tienen el poder económico y la propuesta busca que sea el que tenga el poder intelectual.
Otras participaciones
Agustín Bernar, de la Asociación de Ganaderos Chuquirahua, habló de los derechos campesinos que deben ser ampliamente reconocidos. José Acero de la Unidad Educativa Quilloac, pidió que se establezcan disposiciones que garanticen presupuesto para que investigaciones ancestrales puedan ser difundidas a nivel regional, nacional e internacional.
Rosalino Guamán, de la organización base de El Tambo, manifestó que sería bueno que los conocimientos ancestrales no queden solo en investigación, sino que su medicina se recupere para beneficio de las comunidades y pueblos, que pueda ser trasmitida de generación en generación, para lo cual solicitó crear un centro para fortalecer estos conocimientos.
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