En rueda de prensa ofrecida a los medios de comunicación de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, el vicepresidente de la Comisión de Soberanía Alimentaria, Mauricio Proaño, dijo que el proyecto de Ley de Semillas y el Código Ingenios garantizan la sabiduría ancestral y evita la piratería. Lo importante es sacar adelante al sector campesino, pueblos y nacionalidades, así como al agricultor y al país, enfatizó.
Este pronunciamiento lo formuló, en el Salón de la Ciudad, donde se desarrolla la audiencia pública provincial de la consulta prelegislativa del proyecto de Ley de Semillas con la participación de alrededor de 200 personas interesadas en conocer el alcance de la propuesta legal.
El parlamentario señaló que uno de los temas más recurrentes en territorio y de preocupación ciudadana es quién monitorea la agrobiodiversidad, por ello aclaró que en la normativa se determina que será el Estado, con la participación de las organizaciones sociales y los gobiernos autónomos descentralizados, se encargará de este monitoreo.
Al ser consultado cómo se mejorará la semilla, subrayó que según el proyecto el banco nacional de semillas que asegurará el cuidado de las semillas tradicionales, campesinas, pero también la certificada para garantizar la soberanía alimentaria de todo el país.
Señaló que la Asamblea Nacional trabajó en las leyes de Recursos Hídricos; de Tierras Rurales y hoy avanza en la de semillas; y, está en primer debate el proyecto de sanidad agropecuaria con lo cual se pone una mirada integral en todo lo que tiene que ver con la soberanía alimentaria.
De su lado, el asambleísta César Umajinga, vocal de la comisión dijo que sin semillas no hay soberanía alimentaria, por lo que resaltó la importancia de que el país cuente con una normativa actualizada y que los pueblos y nacionalidades sostienen la soberanía alimentaria. La mujer cumple un papel fundamental en el cuidado de semillas, pues el 42% de mujeres campesinas se dedican a la agricultura, concluyó.
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