La Asamblea Nacional se ha consolidado en un referente institucional, en una plataforma de estabilidad democrática y de expansión de derechos. Lo ha hecho mediante su representatividad; con la profundización de cambios que respondan a las necesidades del pueblo, a través de más de 50 leyes y la fiscalización; la aplicación de ciertos principios; el fomento de la participación ciudadana; la promoción de espacios de diálogo; la intervención en espacios interparlamentarios del mundo; y, la promoción de la comunicación participativa e incluyente.
El resumen del trabajo realizado desde Montecristi y la aprobación de la Constitución, pero, particularmente, la gestión de la presidenta, Gabriela Rivadeneria, desde el 2013-2017, encaminada a profundizar la democracia y la participación ciudadana para construir leyes que mejoren la calidad de vida de la gente, se encuentra en el sitio web www.asambleanacional.gob.ec/logrosasamblea. Un producto impreso se encuentra en varios medios de comunicación.
Ese compendio nos recuerda algunos parajes de la historia con el antiguo Congreso que “nos llenaba de vergüenza” y el nacimiento de la nueva Asamblea Nacional, de todas y todos, como uno de los principales instrumentos para hacer cambios profundos en la sociedad y responder a sus demandas. La Constitución del 2008 y las más de 200 leyes aprobadas desde esa época permitió la recuperación del Estado y modernización de la democracia; producción y desarrollo; equidad, inclusión social y justicia.
Administración 2013-2017
El Plan Legislativo de esta administración (2013-2017) se propuso 16 ejes de acción, entre los que se encuentran la seguridad ciudadana, desarrollo rural, relaciones laborales, ordenamiento territorial, función de transparencia y control social, sector eléctrico y de telecomunicaciones, economía del conocimiento, ambiente, seguridad social, movilidad humana, cultura, entre otros. De estos ejes 12 se han cumplido a cabalidad y 4 están en proceso de aprobación, es decir, un nivel de cumplimiento del 80%. El 100% se cumplirá hasta mayo de 2017, cuando se termine la gestión.
La Asamblea Nacional, representada por varios sectores como el de mujeres (43%), jóvenes (23%), indígenas, afroecuatorianos, montuvios, migrantes, ha aportado al país con más de 50 leyes, que contribuyen a la consolidación del Buen Vivir. El mandato de Gabriela Rivadeneira se ha caracterizado por ser de puertas abiertas, ciudadano, coherente con sus valores y principios, así como por una labor que busca un Ecuador de equidad y justicia social.
En fiscalización, desde mayo de 2013 hasta el 23 de noviembre de 2016, se han receptado 5.087 solicitudes de información, de diferentes asambleístas, movimientos o partidos políticos. De estos se han generado 4.465 respuestas, es decir, un cumplimiento del 88%.
El fomento de la democracia y la participación ciudadana de este período se generó a través de socializaciones de proyectos y leyes, consultas prelegislativas, audiencias en comisiones, entre otros mecanismos, a través de los cuales participaron 499.087 ciudadanos y ciudadanas.
Además, la Asamblea Nacional promovió el Diálogo Nacional por la Equidad y la Justicia Social. Este proceso permitió estrechar lazos con la sociedad y atender demandas, como los pedidos de eficiencia del Estado; acceso, calidad y calidez de los servicios públicos; y, reformas normativas.
Con los medios legislativos, La Radio, con señal en todo el país, y la TV Legislativa, en Quito, Guayaquil y Cuenca, impulsa una comunicación participativa e incluyente. Sus programas informativos y de opinión se encuentran entre los 10 primeros del país.
En el ámbito internacional la Legislatura ha tenido un nivel de participación importante, con la designación de asambleístas de nuestro país en dignidades relevantes en Parlaméricas; Parlatino, del que Gabriela Rivadeneira fue presidenta; Frente Parlamentario contra el Hambre; Grupo Parlamentario Interamericano Tránsito Amaguaña; y, la Unión Interparlamentaria. También, cientos de legisladores de todo el mundo debatieron en Ecuador sobre género, medio ambiente, paz mundial, ordenamiento territorial, educación, entre otros.
Todo este trabajo ha permitido que la Asamblea Nacional tenga en promedio un nivel de confianza del 44.45%, cuando el promedio de aceptación entre el 2003-2007 era del 8% y del 2009-2011 del 31.93%, según la encuesta de opinión Latinobarómetro. Además, este parlamento se ha constituido como referente de transparencia a nivel regional. El Índice Latinoamericano de Transparencia señala que Ecuador, con el 49%, se encuentra en tercer lugar, después de Perú, 55%, y Chile, 53%. El promedio de América Latina es del 40%. Asimismo, es un ejemplo en el mundo sobre la participación femenina, que alcanza en nuestro país el 42%, mientras que la media del planeta es del 22% y de la región del 26%.
Sin embargo, esta Función del Estado, cree que lo que se ha logrado hasta el momento no es suficiente. Ahora se plantea tener una visión autocrítica, un pacto social por el empleo y la producción, un proyecto nacional de desarrollo y un profundo cambio cultural.
LILA/pv
