La legisladora, Betty Carrillo, explicó que la Asamblea Nacional debe reformar la vigente Ley del Anciano (publicada en el Registro Oficial el 13 de octubre de 2006) hacia la construcción de un sistema de protección integral de derechos del adulto mayor, “empezando por el nombre, pues la actual norma contempla un término peyorativo, que corresponde a la vieja forma de hacer política”, indicó.
El proyecto de Ley del Adulto Mayor, pretende eliminar toda forma de abandono, discriminación, odio, violencia o explotación contra este grupo poblacional, entre otros fines. Según Carrillo, la promoción y protección de derechos humanos y libertades fundamentales es esencial para la creación de una sociedad incluyente y equitativa para todas las edades.
Los adultos mayores, personas mayores a 65 años, tienen derecho a participar plenamente, sin discriminación y en condiciones de igualdad, donde su experiencia de vida no solo es larga, sino plena, enriquecida y gratificante.
Datos
De acuerdo con el último Censo de Población y Vivienda, desarrollado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en el Ecuador existen más de 1, 2 millones de adultos mayores. Es decir, más del 6,50% de la población nacional ecuatoriana corresponde a este grupo. Las estadísticas proyectan que en el 2050 alcanzarán el 17%. La mayoría reside en la sierra del país (596 mil 429), seguido de la costa (589 mil 431).
Según la proyección de la población nacional, realizada por la Secretaría Nacional de Población y Vivienda, la expectativa de vida alcanza los 75 años, mientras que a inicios del siglo XX, era de 40 a 45 años, los cálculos para el 2025 es que sea de 85 años, eso quiere decir, que la población vive más y los estados deben tener mayor presupuesto.
La satisfacción en la vida del adulto mayor ecuatoriano aumenta considerablemente cuando vive acompañado de alguien. El 11% de los adultos mayores a nivel nacional vive solo, proporción que aumenta en la costa ecuatoriana (12,4%); mientras que los adultos mayores acompañados, en su mayoría es con su hijo (49%), nieto (16%) y esposo o compañero (15%). A pesar de que un 81% de los adultos mayores dicen estar satisfechos con su vida, el 28% menciona sentirse desamparado, 38% siente a veces que su vida está vacía y el 34% piensa que algo malo le puede suceder.
Para Betty Carrillo, la nueva Constitución concibe a los adultos mayores como sujetos con derechos, que requieren de atención prioritaria y especializada. “La mayor cantidad de adultos mayores no cuenta con seguridad social y se encuentra en total indefensión, siendo un motivo fundamental para legislar hacia la construcción de políticas públicas, que puedan mantenerse. Al no estar contempladas en la ley, el Gobierno de turno puede cambiar dicha política”, agregó.
El estudio sociodemográfico y socioeconómico de la población adulto mayor de Quito, desarrollado por el INEC, en el 2008, considera el término envejecimiento como proceso biológico que experimenta una persona cuando va ganando años. Sin embargo, el comienzo y la percepción de la vejez tienen que ver no solo con la evolución cronológica, sino también, con fenómenos de naturaleza bio-psíquica y social.
De ahí que la normativa orientará políticas y planes por parte del Estado, sociedad y familia que tengan en cuenta el proceso de envejecimiento, logrando la inclusión de este sector de la población, para garantizar una vida digna, mediante el acceso a servicios necesarios, con calidad y calidez.
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