El asambleísta José Eduardo Torres, representante de América Latina, el Caribe y África, presentó un proyecto de ley para recordar y reflexionar sobre las luchas sociales y para establecer el Día del Migrante Ecuatoriano. Argumenta, que es necesario superar las prácticas que limitan los acontecimientos a su sola mención periódica, sin que la recordación genere una aproximación deliberante y un proceso de reconocimiento e identificación social.
El feriado bancario, que inició el 8 de marzo de 1999, con el cierre de instituciones del sistema financiero, es uno de los momentos a los que el asambleísta hace referencia. Indica que esa medida causó efectos negativos, como el impedimento para el retiro de depósitos, incapacidad de deudores de cumplir sus obligaciones, reducción de plazas de empelo, violación a los derechos humanos y migración. “El sacrificio de nuestros compatriotas y el mismo feriado bancario, no son hechos que pueden olvidarse”, dijo.
El 15 de noviembre de 1922, es otra de las fechas que el parlamentario quiere se recuerde. En esos días, en Guayaquil, inició una huelga general decretada por la Federación de Trabajadores Regional Ecuatoriana y por la Gran Asamblea de Trabajadores. Torres precisa que, en esa ocasión, más de mil muertos fueron arrojados a fosas comunes y al río Guayas. En el texto se recuerda que al agua fueron arrojadas personas todavía con vida, mientras que a otras con bayonetas “les abrieron sus vientres para que sus cuerpos se sumergieran”.
Años más tarde, según el parlamentario, las calles se volvieron a teñir de sangre cuando en Guayaquil, el 2 y 3 de junio de 1959, el gobierno de ese entonces, reprimió la protesta social de estudiantes y otros sectores, dejando un número incierto de víctimas mortales. También busca que se conmemore la Masacre de Aztra, del 18 de octubre de 1977, en la cual obreros de este ingenio azucarero reclamaban beneficios laborales y según explica, hubo una violenta represión, con numerosos fallecidos.
Para Torres, es un deber del Estado y colectivos ciudadanos, convertir esa historia en el resultado de un esfuerzo crítico, armónico y plural, para transformarla en una equilibrada y justa presentación de hechos, que además incorpore otros, "como sano contrapeso a las versiones hegemónicas que las silencian".
Con el proyecto, el legislador indica que busca fortalecer y rescatar la recordación de esas fechas que marcaron las luchas obreras y sociales de nuestro país. Dice que el cuerpo legal se enmarca en la defensa amplia de los derechos humanos y, de manera específica, de los laborales, educacionales y patrimoniales de la población.
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