En la mesa de diálogo de Termómetro Ciudadano, iniciativa de los Medios Legislativos, fue objeto de debate el impacto económico del sector productivo y el reto que representa para los nuevos gobernantes. En este quinto programa, participaron Carlos de la Torre, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Católica y Fernando Alvarado Contreras, ingeniero en Minas, especialista en explotación minera, parte del equipo del Instituto Nacional de Investigación Geológico Minero Metalúrgico.
El Ecuador atraviesa una crisis económica profunda, hace dos años, debido no solo a la apreciación del dólar, las tasas de interés internacionales, caída de precios del petróleo, sino a los efectos adversos que ocasionó el terremoto de magnitud 7.8 grados, del pasado 16 de abril, que azotó a las provincias de Manabí y Esmeraldas.
Por ello, cree que el sector productivo es un eje transversal para el crecimiento económico, que no busca sino la generación permanente de bienes y servicios innovadores y apunta al desarrollo de la sociedad. "Hablamos de Ecuador, un mercado, con más de 16 millones de habitantes", dijo.
Según datos presentados en el programa, el Ecuador pasó del séptimo al cuarto lugar como exportador de cacao fino de aroma, lo que representa para el país alrededor de 750 millones de dólares al año. En 2015, el país se mantuvo en primer lugar.
"La exportación de cacao, conocido históricamente como granito de oro, debe seguir impulsándose", señaló Carlos de la Torre, sin dejar de lado otros productos ecuatorianos, que tienen características especiales, como el banano, dentro de una dinámica complementaria entre talento humano y tecnología innovadora, para generar un valor agregado. "Hay que fortalecer las cadenas de producción y, en este caso, aprovechar la exportación del cacao para exportar chocolate", agregó.
Fernando Alvarado, indicó que la actividad minera, tanto artesanal como a gran escala (metálica, no metálica, materiales de construcción), es un eje transversal en la producción ecuatoriana, porque guarda una fuerte relación con la tecnología y vida cotidiana de los habitantes. Por ejemplo, para trasladarse necesitan un vehículo; para comunicarse, un celular; para una buena visión, lentes, detalló el ingeniero. "La exploración de depósitos mineros es importante para la generación de un valor agregado", acotó.
Al respecto, De la Torre señaló que la explotación minera causa efectos adversos al ambiente, además que es un recurso natural no renovable, por lo que genera rechazo. Sin embargo, aseguró que desde una perspectiva macro-económica y a largo plazo, el Gobierno debe impulsar la actividad minera, a fin de apoyar la transición que genera el cambio de la matriz productiva, que puede durar décadas. De ahí que dijo, no es positiva ni negativa per se, sino que depende de la administración y destino de recursos económicos que genera este sector y de la cadena de producción. Por ejemplo, la construcción de refinerías petroleras alimenta la industria petroquímica, a partir de la explotación de cobre y otros minerales, precisó De la Torre.
La Constitución del 2008 contempla un nuevo enfoque, que concibe al ser humano por sobre el capital, hacia el desarrollo social del Ecuador y las estadísticas lo corroboran. Del 2007, al 2017, el sueldo básico subió 205 dólares; de 170 a 375. En 10 años, la tasa de desempleo disminuyó un 2.3%; de 7.9% en el 2007 a 5.6%, en el 2017. En el 2007, las becas eran ínfimas, apenas 34 al año. En el 2017, ascienden a 970 anuales. En el 2007 el porcentaje de personas con discapacidad que debían contratar en su nómina era del 0%. En el 2017 alcanza el 4%.
Mediante la aprobación de leyes como de Incentivos para el Sector Productivos, para Equilibrio de las Finanzas Públicas, de Incentivos Tributarios, para la Promoción del Trabajo Juvenil, para la Justicia Laboral, entre otras, el Parlamento fomenta la producción y el empleo.
PAU
