Dentro del análisis de la Proforma Presupuestaria de 2017, Carlos De la Torre, ministro de Finanzas, aclaró que el presupuesto es una herramienta de planificación y está lejos de ser un balance de la situación económica del país, aunque fue enfático al decir que “Ecuador enfrenta un panorama complejo, en el que hay que corregir las cuentas fiscales sin generar un impacto negativo”.
De la Torre trató de ser didáctico al hablar de la parte técnica considerada para la Proforma y detalló que los factores externos son los que generaron mayor golpe, porque al ser un país dolarizado se requiere de ingresos de divisas cada vez mayores. Mostró una barra que refleja la alta volatilidad en donde se evidencian años con altos ingresos, pero otros con elevadas salidas.
Otra de las aristas que tomó en cuenta es la monetaria, que por regirnos bajo el sistema de dolarización está relacionado a los factores externos, lo que implica que la economía demande cada vez más dinero físico. Esto desembocó en que el Banco Central de Ecuador le haya inyectado al país 4 mil millones de dólares durante los dos últimos años, capital que sale de la reserva. “Existen signos de recuperación, pero es poco tiempo como para que sea sostenida”, dijo De la Torre.
La explicación para entender lo que ocurre es sencilla. Según el Ministerio de Economía y Finanzas, cuando cayeron los precios internacionales del barril de petróleo, en una economía que se movía con el esfuerzo fiscal, el bajón implicó entrar en un proceso de recesión y si no se cubría ese bache económico con endeudamiento, podía desembocar en una situación crítica.
Cifras condensadas
Fernando Soria, viceministro de Finanzas, condensó las cifras. Uno de los gastos más fuertes contemplados en la Proforma es el que se destina al pago de servidores públicos. Sin embargo, al ser el 87 % maestros, médicos, policías y militares, no es posible hacer un recorte, porque, además, en los últimos años, al existir más hospitales, escuelas y universidades se contrató más personal. Sin embargo, existe un plan: recortar el gasto de capitales. Es decir, no se continuará con grandes obras de infraestructura, porque ya existen, y para el mantenimiento de carreteras se buscarán alianzas público privadas.
Lo que no se detendrá es la continuación de obras inconclusas, para lo que existe un techo de 5 mil 400 millones de dólares, establecidos en el Plan Anual de Gobierno. De la Torre es optimista, pero también cauteloso, porque cree que es una situación manejable, pero insiste en que si se presenta otra situación en la que salgan divisas en exceso, el sistema monetario podría no resistir: “La idea es llegar a 4.7 puntos de déficit en este año”.
El total de ingresos y gastos de la Proforma alcanza los 36 mil 818 millones de dólares, cifra mayor a la de 2016. “En un país en donde hay servicios garantizados con asignaciones establecidas es obvio que si crece la población, los servicios aumentan y por ende ocurre lo mismo con el gasto. El Presupuesto 2017 acarrea la inercia del manejo fiscal del año anterior y mucho de ese dinero ya se usó”, explicó De la Torre. El análisis de la Proforma Presupuestaria seguirá.
MC
