Sostuvieron que entre el Consejo de Educación Superior (CES) y el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces) no hay una adecuada coordinación, porque en ocasiones se repite la lista de requisitos.
Plantearon la necesidad de que el Ceaaces establezca los requisitos y estándares que deben cumplir las IES para a su acreditación y el aseguramiento de la calidad. “Los estándares de calidad los establece el Ceaaces, incluso los que se verifican al inicio de un proceso de acreditación de una carrera”, sostuvo José Irigoyen, de la Universidad San Francisco.
Marisol Bermeo, de la Universidad Internacional del Ecuador, dijo que es necesario que los criterios de evaluación y los estándares respondan a las realidades ecuatorianas o regionales y no imponer un modelo de acreditación tecnocrático ni modelos internacionales.
Por su parte, Mónica Peñaherrera, Hólger Capa y Mauro Serbino, los delegados del Ceaases, sugirieron que se delegue a la institución la coordinación del sistema de evaluación, para poder reorganizar y mantener diálogos con el CES y las IES sobre los programas y carreras que ofrecen las universidades para su posterior aprobación.
Sobre el tema, la asambleísta Silvia Salgado, vicepresidenta de la mesa, indicó que al concebir la evolución como un sistema, se deben dejar claras las funciones que cumplen las IES, CES y Ceaaces, para certificar la calidad.
Acreditación
El tiempo de vigencia de la acreditación fue otro tema que analizaron en la comisión. Consensuaron que es necesario el establecimiento de estándares y un mínimo de requisitos que deben cumplir las IES para que acrediten.
Mónica Mancheno, de la Universidad Católica, sugirió revisar los reglamentos, los estándares mínimos y los criterios de calidad para la acreditación. Ella considera que se no cumplen los objetivos de calidad.
Que se reflexione sobre el modelo de acreditación, sobre los estándares, los modelos de aprendizaje, las proyecciones que la universidad tiene con la sociedad y no concebir a la acreditación como un modelo matemático fueron otras observaciones que plantearon los representantes de las universidades.
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