Un cierto día, a los 12 años, mientras estaba en la escuela, por pedido de su maestra se representó cómo sería su adultez. Dibujó a un hombre barbudo, con una gorra de lana, unas botas gruesas, un arnés en su cintura y al pie de la misma escribió: “cuando sea grande, en la cumbre del Everest”. Años más tarde, cumplió su sueño, gracias al apoyo y amor de sus familiares más cercanos: madre, hijos, esposa, hermana…
“Con amor todo es posible”. Ese fue el mensaje que dejó el montañista Iván Vallejo, durante el Foro por el Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama, organizado por la Asamblea Nacional, con este motivador y otros médicos especialistas. Ese amor, según el deportista, debe motivarnos para preocuparnos por la salud de nuestros seres queridos y la prevención es la mejor solución.
Lo dice por experiencia propia. Su esposa sufrió esta enfermedad. En 2007, mientras escalaba una montaña, recibió una llamada de su “mejor amiga” que, con voz desmotivada, le pidió hablar con él cuando regrese. Ese día llegó. Se juntaron y le comentó que le detectaron “una bolita en el seno”. Pensaron que su caso estaría dentro de las estadísticas de las personas que lo superan, pero no fue así.
En febrero de 2012 “dejó de luchar en esta competencia tan desigual y pasó a disfrutar de la luz”, dijo. Por eso, pidió que “todos tenemos que ser los precursores. Para cantarle a la vida, hay que adelantarse a esta guerra desigual. En tanto sea posible no hay que meterse al camino del cáncer, porque esa lucha es bien complicada y a veces se pierde”.
Efectivamente, así lo recomiendan los especialistas. Hay que prevenir el cáncer de mama y es posible. Se hace con exámenes clínicos, físicos, mamografías, ecografías, biopsia, estudios bioquímicos, según el oncólogo, Ramiro Páez, quien también expuso en el evento. Su colega Víctor Jiménez recomendó que entre las edades de 20 a 39 años se debe efectuar un examen clínico cada tres años y luego cada uno. Más tarde, a partir de los 40 se sugiere una mamografía cada dos años y anuales a partir de los 50.
La detección a tiempo puede salvar una vida. Ese fue otro de los mensajes que dejaron los expositores y la campaña que emprendió la Asamblea contra este mal. Para Páez los síntomas se presentan cuando se verifica en los senos piel de limón, área rojiza, secreción por el pezón, hoyuelo, pezón hundido o bulto. En tanto, Jiménez explicó que la presencia de un nódulo por lo general está aislado, es firme y no duele.
Según este doctor cada día hay mas esperanza, pues cada año se dispone de mayor información para diagnosticar precozmente y tratar el cáncer de mama. Esto ha permitido que la supervivencia en los últimos veinte años haya mejorado en el 1,4 %. Pero hay que trabajar en prevención.
Por su parte, Andrés Boada, instructor del grupo de clowns hospitalarios de la Universidad Católica del Ecuador hizo un llamado a tomar en cuenta el tema humano del paciente. “Hay que pensar menos en estadísticas y más en los seres humanos”, acotó Vallejo.
Factores de riesgo
Ramiro Páez explicó que hay factores de riesgo del cáncer de mama que no se pueden cambiar, como la edad y la genética. “Por favor, dígale a su doctor si hay historia de cáncer de seno en su familia”, agregó su colega Víctor Jiménez . Sin embargo, hay otros factores que sí se pueden modificar, como el sobrepeso, la falta de ejercicio, dejar de fumar, no ingerir comida saludable, entre otros.
De acuerdo con los dos profesionales, los mayores riesgos se presentan cuando un familiar femenino de primer grado ha sido diagnosticado con cáncer de mama, cuando las mujeres comenzaron a menstruar antes de los 12 años, cuando atraviesan la menopausia después de los 55 años, cuando recibieron una terapia de reemplazo hormonal, cuando se consumen bebidas alcohólicas y se fuma, y cuando se consumen carnes asadas.
En cambio, se disminuye el peligro, con una alimentación rica en frutas y verduras. La lactancia también contribuye a reducir el riesgo de cáncer de mama, en especial si una mujer amamanta durante más de un año.
LILA/pv
