Comerciantes minoristas, artesanos y pequeños emprendedores se dieron cita al llamado de la Asamblea Nacional para ofertar y hacer visibles sus productos. El propósito del Legislativo es incentivar la economía popular y solidaria y que cada localidad camine y avance productivamente.
En este encuentro participaron 34 emprendimientos, de los cuales 22 organizaciones fueron del Valle de los Chillos y el resto de otros sectores como Carapungo y Tumbaco. Ellos se ubicaron en las carpas con puestos de comidas, como hornado, mote con chicharrón. También productos tradicionales, tejidos de hilo y lana, bisutería, manualidades y otros elaborados en pino y plástico a precios cómodos y accesibles.
Organizaciones como San Francisco, Guangopolo productora de Chahuarmishqui, fueron, entre otras, las presentes.
Esta es la tercera ocasión que la Asamblea Nacional realiza estas Ferias de Emprendimiento. La primera se realizó en la parroquia rural de Calderón, la segunda en la Plaza Hrmano Miguel, en San Blas y ahora en Conocoto.
Estos espacios de venta también sirven para conocer cómo ser más competitivos y cómo apoyarlos a través de la construcción de las leyes, expresaron los legisladores que les acompañan en estas jornadas.
"Estamos aquí para impulsar y dinamizar la economía, para discutir las leyes que les importan”, dijo Amapola Naranjo, tras subrayar que el afán de la Asamblea es mantener mecanismos de comunicación en territorio.
"Estas jornadas las realizamos en Pichincha, en todas las parroquias rurales, porque nos permite ese encuentro con nuestra gente, en un espacio más humano, más fraterno", dijo la legisladora, quien acompañó a los emprendedores en estas jornadas de progreso y trabajo.
Participantes
Guido Paucar, de la parroquia de Guangopolo y de la Asociación de Artesanos de esta localidad, agradeció a la Asamblea por el espacio para poder exhibir y promocionar sus productos. “Quisiéramos que continúen estos espacios, que nos den una nueva oportunidad para que todos podamos trabajar y tener un ingreso económico a nuestros hogares”, reiteró el joven emprendedor.
Ana Palma, del Centro Artesanal Salacero, elabora dulces tradicionales, unos a base de miel de abeja, otros de panela y azúcar morena, como turrones, maní garrapiñado, dulce de guayaba, entre otros. Dijo que esta feria ha sido muy buena porque, a más de ofertar y vender sus productos, tienen la oportunidad de ser más competitivos y sobre todo ayudar a la economía de su hogar.
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