El sistema de protección es uno de los últimos temas que analiza la Comisión Ocasional que estudia el proyecto de Ley para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, cuyo informe para primer debate estaría listo el lunes próximo, confirmó su presidenta Mónica Alemán. En esa misma semana también entraría a discusión en el Pleno.
El proyecto tiene como ejes centrales la prevención y erradicación de la violencia contra la mujer. Dentro del precepto de erradicación se encuentran las Medidas Administrativas de Protección (MAP). Lo que los asambleístas analizan es qué instituciones serían las más adecuadas para prestar este servicio.
Coincidieron en que no se busca crear más burocracia, sino la mejor alternativa para no generar más gastos al Estado y que esas instancias tengan cobertura en todo el territorio nacional. Pero no solo fue esa su preocupación, sino también el personal y los procesos. Creen que los funcionarios deben tener “cierto nivel de formación”, incluso un perfil y que se deben generar protocolos de atención.
Se pusieron a debate algunas opciones, entre ellas, el Ministerio del Interior, a través de las tenencias políticas; los gobiernos autónomos descentralizados, mediante las juntas cantonales de protección de derechos, incluso los jueces de paz.
Los asambleístas Sebastián Palacios y Dallyana Passailaigue sugirieron que para el segundo debate se cuente con más elementos y datos que entreguen cada una de las instituciones que serán convocadas.
“El reto es construir un sistema de protección en donde la ciudadanía tenga claro a dónde acudir cuando hay violencia”, sostuvo el asambleísta José Egas. Mientras, Tanlly Vera pidió que sea una institución de carácter técnico la que procese los casos de denuncia.
El proyecto de ley establece que las MAP sean de carácter inmediato y provisional. Tendrán como objetivo evitar o cesar la amenaza o vulneración de la vida e integridad, con relación a los actos de violencia de género, determinados en el cuerpo legal.
El documento amplia el concepto de violencia que no es solo física y sexual, sino también psicológica, simbólica y/o patrimonial, que se genere en los ámbitos intrafamiliar, educativo, laboral, institucional, político, cibernético, mediático y en el espacio público.
LILA/pv
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