Durante la primera mesa de trabajo de la Comisión de Educación, la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) y los institutos técnicos y tecnológicos superiores ratificaron la necesidad de establecer los presupuestos suficientes para activar la formación técnica y tecnológica.
En la reunión participaron representantes de los institutos Pedagógico Intercultural Bilingüe Canelos, Central Técnico, Cotopaxi; Pérez Pazmiño, Tsáchila; Carlos Cisneros, Beatriz Cueva de Ayora, Manuel Gallego, La Maná, Ciudad de Valencia, Manuel Naula. También asistió Adrián Bonilla, de la Senescyt.
El asambleísta Augusto Espinosa, presidente de la mesa legislativa, recordó que oportunamente se conformó una subcomisión liderada por Silvia Salgado, cuya misión fundamental es definir los mecanismos de financiamiento que requiere la formación técnica tecnológica pública, pues cualquier reforma no tendrá aplicación práctica sin los correspondientes recursos. “Tenemos el gran reto de duplicar la matrícula en la educación superior en los próximos años”, precisó.
“Si no hallamos financiamiento para la educación técnica y tecnológica pública, en la práctica todo lo que hagamos en la ley será irrelevante”, alertó, al destacar que en el proyecto urgente de Ley de Reactivación Económica se logró un incremento del 22 al 25 % del Impuesto a la Renta de las empresas con ingresos superiores a un millón de dólares, que sería de 250 millones de dólares anuales para priorizar el desarrollo de la formación técnica y tecnológica.
Dijo que hay que darle identidad a la formación técnica, ponerles a los institutos en categoría de verdaderas instituciones de educación superior, otorgándoles un nivel de autonomía operativa, que tengan capacidad de gestionar y generar recursos. Asimismo, que su oferta académica esté articulada con el Senescyt y Senplades.
Importancia
Según Adrián Bonilla, el tema de efectivizar un mayor acceso para la juventud y la población en la educación superior es de importancia central para la sociedad ecuatoriana. La alternativa está en fortalecer la formación técnica desde una visión como política de Estado.
Propuso construir un sistema de educación técnica y tecnológica, cuyos elementos básicos serían: un subsistema técnico y tecnológico, un mecanismo paralelo y simultáneo de tercer nivel en la educación tecnológica que permita tener un número de créditos similares a los que se obtiene en tercer nivel en una universidad, una titulación tecnológica en tercer nivel.
También se mostró partidario de definir un cuarto nivel de educación técnica y tecnológica, que permita llegar hasta la especialización y maestría, educar profesionales que formen, a su vez, nuevos técnicos.
En tanto, el legislador Rómulo Minchala sugirió reforzar la preparación de docentes a nivel primario y de educación básica, en función de un desarrollo armónico e integral del sector.
MG/pv
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