Advirtió que un eventual acuerdo entre Colombia y EEUU socava seriamente los esfuerzos de integración y de construcción de una paz efectiva y real en América del Sur y que parecería estar destinado a sabotear el proceso de formación de la UNASUR, así como de otras iniciativas para lograr la autonomía de nuestros pueblos.
Insistió que un pleno restablecimiento de las relaciones entre Colombia y Ecuador y de la confianza mutua entre nuestros estados solo podrá lograrse si el gobierno colombiano revisa su unilateral y arbitraria decisión.
Reiteró la necesidad de que Colombia atienda favorablemente las condiciones planteadas por el gobierno del Ecuador a fin de dar por superada la grave agresión sufrida por el Ecuador el 1 de marzo de 2008, y sobre todo, hacer hincapié en la necesidad de que Colombia renuncie a la repudiable e ilegal doctrina del “ataque preventivo extraterritorial”, así como a toda política que atente contra la soberanía de sus vecinos, en contra del derecho internacional y que regula la convivencia entre pueblos civilizados y amantes de la ley.
Apoyó firmemente los esfuerzos políticos y diplomáticos que viene realizando el gobierno del presidente Rafael Correa, con el fin de superar el conflicto causado por ataques de fuerzas colombianas contra nuestro territorio y para eliminar sus factores causantes e invocó el fortalecimiento de las acciones del gobierno nacional para superar esta grave situación que afecta a los dos pueblos.
Repudió todo intento de fuerzas extranjeras por violar nuestro territorio y nuestra soberanía y apoyó a las fuerzas de seguridad de nuestra patria en sus incesantes y abnegados esfuerzos y precautelar la seguridad de las fronteras nacionales y demandó del gobierno de Colombia que refuerce su frontera.
Hizo votos porque una vez superada la actual situación diplomática con Colombia, las dos naciones y sus gobiernos pueda avanzar decididamente en la profundización de su amistad, de su integración y de su cooperación en todos los planos de su existencia como países.
Exhortó al Parlatino y a la UNASUR a reunirse para que emitan un pronunciamiento respecto a la instalación de bases militares estadounidenses en Colombia, al tiempo que convocó a los países del área latinoamericana y en particular a los miembros de la UNASUR a fortalecer su integración, así como al respeto irrestricto de la Carta de las Naciones Unidas, a la aplicación de los principios fundamentales del derecho internacional, específicamente en la prohibición del uso de amenaza de la fuerza, al arreglo pacífico de las controversias, la no intervención y privilegiando la convivencia en paz.
Convocó a los países miembros de la UNASUR a un acuerdo general de medidas de confianza mutua y de seguridad, indispensables para que desde una relación transparente se evite el escalamiento de los conflictos, se superen diferencias y temores que ensombrecen la relación de los gobiernos y ponen en riesgo la integración.
Por último la Asamblea reiteró los más profundos sentimientos de amistad y fraternidad con el pueblo colombiano el deseo más ardiente de que pueda disfrutar más pronto que tarde la deseada paz y que pronto pueda unirse al resto de la comunidad de las naciones iberoamericanas en un proceso de integración y cooperación regional que nos acerque cada vez más al sueño de una patria común en la que tenga efectiva vigencia la convivencia pacífica entre los pueblos.
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