Las mujeres en el poder político: LOS SIETE AÑOS DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA, UNA REVOLUCIÓN FEMINISTA

Miércoles, 15 de enero del 2014 - 10:42 Imprimir

7RCDesde el 15 de enero de 2007 el país vio un cambio radical en la política, respecto del género en las decisiones de Estado, y principalmente en la participación equitativa del poder, lo que ya significa un cambio revolucionario y que permitiría una mudanza en la visión de la administración de la cosa pública.

Escuchaba al ex presidente e intelectual ideólogo de algunas políticas neo-liberales y entreguistas aplicadas en el viejo país de la partidocracia, Osvaldo Hurtado, reconocer ayer que en los últimos tres lustros el país vivió una bonanza económica, pero cuestionar como catastróficas las medidas y avances de la Revolución Ciudadana; y esa lectura de la "bonanza" nos obliga a reflexionar, si parte de la misma comprende el año 1999, año en que el país quebró en manos de un pupilo político del doctor Hurtado, Jamil Mahuad, año en que miles de mujeres vieron sus hijos partir lejos y quizá muchas de ellas nunca más los vieron. Miles de mujeres debieron dejar sus trabajos porque fueron despedidas o porque migraron en busca del pan para sus familias, gracias a esas visiones políticas miopes que Osvaldo Hurtado aún defiende con tesón solitaria.

En tan solo siete años de Revolución Ciudadana, en equidad de género se han hecho más cambios, que en los siete años siguientes del feriado bancario, no le dió la gana de hacer a la partidocracia.

Como mujer política y actora de este proceso rechazo esas falsas lecturas y me permito recordarle al país los avances que hemos tenido los últimos siete años, solo en el aspecto de género, comparado con el pasado oprobioso de las políticas del paquetazo, la exclusión, las recetas fondomonetaristas, las cartas de intención y la deuda eterna irresponsable que ellos firmaron.

La Función Legislativa del país pasó de tener hasta cinco asambleístas mujeres como fue en 1992, era de la partidocracia, a copar el 45 por ciento de curules en la Revolución Ciudadana; pero más que eso, a ocupar la Presidencia y dos Vicepresidencias de la Asamblea Nacional, en un hecho inédito en la historia del país y probablemente del mundo parlamentario.

La Función Ejecutiva pasó de tener de una o dos ministras y quizá dos subsecretarias en el área social, a copar el 40 por ciento del gabinete ministerial en carteras clave como la Política, la Defensa Nacional, Obras Públicas y otras carteras como las Relaciones Exteriores, así como seis viceministerios y subsecretarías en áreas estratégicas para el desarrollo del país, en otro hecho inédito para la historia del Ecuador.

La Función Judicial, copada principalmente por hombres en la era de la partidocracia, pasó a tener en la Revolución Ciudadana, y gracias a la reestructuración aprobada por la mayoría de ecuatorianos, una Corte Nacional en que el 41 por ciento de magistrados son juezas y conjuezas nacionales.

La participación electoral, gracias a la visión de la Revolución Ciudadana y aprobada en la Constitución de Montecristi, ha obligado a las organizaciones políticas y al establecimiento político-machista del país a compartir listas con las mujeres, en una revolucionaria forma de efectivizar la equidad de género en la política. La última elección de 2013, el 49,7% de candidaturas correspondieron a mujeres y de las 144 autoridades electas, el 38% fueron mujeres.

Pero más allá de estos aspectos que aportan al cambio del imaginario social sobre los derechos y la equidad de género, no podemos negar la igualdad de oportunidades gracias a las políticas públicas como promoción de la autonomía económica de las mujeres y el control de ellas sobre sus recursos; el mejoramiento del salario mínimo para las mujeres domésticas; políticas de prevención de embarazo adolescente; atención prioritaria en salud a madres e hijos de escasos recursos; los microcréditos para madres solteras que formen microempresas; el programa Hilando el Desarrollo, que benefició a cientos de mujeres jefas de hogar; la campaña Reacciona Ecuador, para estimular un cambio cultural no machista y combatir la violencia intrafamiliar que afecta a miles de mujeres.

La lista de acciones, estrategias y políticas es larga y amplia, pero lo que es importante ecuatorianas y ecuatorianos, es que este país con esta época de cambios en derechos y equidad de género, nunca será el mismo nuevamente. Prohibido olvidar compañeros, que la triste y larga noche neoliberal también fomentó el estado de violencia contra la mujer y apenas tomó medidas parche, en vez de mejorar las inequidades sociales, que son un factor preponderante en esa violencia familiar que aún existe; en esa falta de educación que promueve la ignorancia y el embarazo adolescente; en esa discriminación que afecta a miles de ciudadanos de esta hermosa diversidad que es nuestro Ecuador; y muchos otros elementos negativos que el país está superando, porque esta revolución le dio la cara.

Vamos a apoyar esta Revolución Ciudadana siempre. Que sus ideales y conquistas duren en el tiempo y la historia. Las mujeres vamos a ser ese puntal de los cambios que faltan por hacer y ejecutar; y las cosechadoras de los triunfos y esperanzas renovadoras de días mejores para nuestros hijos, esposos y nietos. ¡Hasta la victoria siempre!

Soledad Buendía Asambleísta por la provincia de Pichincha

Soledad Buendía
Asambleísta por Pichincha Otros Movimientos

Integrante de la Comisión De la Biodiversidad y Recursos Naturales Visita mi Perfil

 

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