Con la presencia de familiares, víctimas de la delincuencia y un grupo de adolescentes del Consejo Consultivo de la Niñez y Adolescencia, el Pleno de la Asamblea inició el primer debate del proyecto de reformas al Código Penal, Código de Procedimiento Penal, Código de la Niñez y Adolescencia y Código de Ejecución de Penas y Rehabilitación Social, a la vez que recibió en comisión general a delegados de estos sectores, quienes pidieron que se mantenga en la legislación penal el principio de inimputabilidad para los menores de 18 años, que se tomen en cuenta los derechos de las víctimas, que sufren daños físicos y sicológicos irreparables.
Un aspecto que marcó la diferencia de las sesiones del Pleno fue que el Consejo Consultivo de la Niñez y Adolescencia entregó a los asambleístas una camiseta con el slogan “No soy peligroso; soy adolescente, no delincuente; no nos echen el muerto”, mismo que sirvió de base para que Jofre Vélez, presidente de este organismo, explique que la solución al problema de la delincuencia no es incrementar el tiempo de internamiento que se aplica a los menores infractores, porque la adolescencia es un proceso de formación, por lo que conveniente sería establecer programas socioeducativos para que los jóvenes utilicen mejor su tiempo libre. Pidió, además, se mantenga en la inimputabilidad para los menores de 18 años.
De su lado, Sara Oviedo, Secretaria Ejecutiva del Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia, subrayó que se debe buscar la seguridad de los adolescentes y la pretensión de bajar la inimputabilidad a los 16 años obligaría a los jóvenes a compartir la cárcel con avezados delincuentes, hecho que impediría lograr el objetivo de reeducar a los menores infractores y reinsertarlos en la sociedad.
Añadió que se debe tomar en cuenta que las cárceles del país no son verdaderos centros de rehabilitación, por tanto, un adolescente sería presa fácil de la dinámica que tienen los adultos y estaría sujeto a todo tipo de abusos. Frente a ello, es necesario mantener un sistema especializado de justicia de niñez y adolescencia.
Así mismo, Vicente Sarmiento, padre de un joven de 24 años asesinado el 8 de octubre de 2010, señaló que los jueces, fiscales y las leyes protegen únicamente al delincuente, pero jamás se han preocupado por las víctimas, quienes como consecuencia de los múltiples delitos, sobre todo aquellos que atentan contra la integridad física y sexual, sufren traumas sicológicos que perduran toda la vida y les llevan a vivir encarcelados en su dolor profundo, mientras que el agresor, en caso de que sea sancionado por la justicia, luego de cuatro años sale de la cárcel pensando que ya pagó su culpa.
Por ello, pidió que se precise el concepto de víctima, ya que nadie se preocupa por los niños, nadie se preocupa por las víctimas, al tiempo de sugerir que se endurezcan las sanciones para los delitos que causan la muerte de la víctima.
Finalmente, Enrique Alcívar, también representante de las víctimas de la delincuencia, pidió a los asambleístas que reflexionen sobre la necesidad de realizar reformas que garanticen una administración de justicia que responda a los intereses de la ciudadanía, para que las causas sean juzgadas y sentenciadas de manera oportuna.
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