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La Comisión de Soberanía Alimentaria y Desarrollo del Sector Agropecuario y Pesquero recibió a Juan Bernal, director del Consultorio Jurídico de la Universidad Técnica Particular de Loja y a Silvana Acosta, experta en temas agropecuarios y fitosanitarios, para escuchar sus recomendaciones y observaciones al proyecto de reformas a la Ley de Sanidad Agropecuaria, que busca evitar el desperdicio de los alimentos incautados por contrabando.
Juan José Bernal en su exposición destacó la importancia de contar con un cuerpo normativo que regule el desperdicio y destrucción de productos alimenticios que podrían ser utilizados por entes sociales. Habló de la importancia que tiene el principio de celeridad en este tipo de leyes, principio que considera debe estar enfocado en dar mecanismos y herramientas prácticas a los inspectores sanitarios para que demuestren eficacia y eficiencia al momento de elaborar informes.
También planteó que se consideren elementos que garantizan la cooperación interinstitucional, ya que considera importante que no solo las instituciones públicas cooperen entre si, sino también exista una colaboración estrecha con las instituciones privadas para que de una manera ágil las personas que necesiten estos productos alimenticios puedan hacer uso de los mismos de forma inmediata.
Por su parte, Silvana Acosta consideró que en la propuesta falta un procedimiento que garantice un estatus fito y zoo sanitario ante la Asociación Mundial de Comercio. Aseguró que debe existir un inventario de plagas, plantas y animales, de lo contrario será difícil abrir espacios de negociación de productos nacionales a nivel internacional, cuando se está donando productos considerados de contrabando. “Tiene que existir un procedimiento exacto que permita la donación de productos alimenticios”, enfatizó.
Los asambleístas Lucia Placencia, Walter Gómez, Eduardo Mendoza y Xavier Santos insistieron en que el espíritu de la ley, no es el permitir ingreso de contrabando al país para su donación, sino seleccionar, que productos alimenticios derivados del contrabando, pueden ser certificados como cualquier otro, que cumplan los estándares obligatorios, para no afectar a la producción nacional y evitar el desperdicio y destrucción de estos.
