ARTÍCULO: Los 12 Pasos para Superar la Adicción al Patriarcado

Martes, 08 de marzo del 2016 - 16:31 Imprimir

Como la historia demuestra, no hay derecho que se obtenga como un favor; y no hay reivindicación política que suceda por generación espontánea. Y, siguiendo la tradición marxista, no podemos sino pensar que las transformaciones, al menos cuando son verdaderas, no son obra de la sociedad política, sino sobre todo de la sociedad civil. Resumiendo; quien cambia las cosas es la gente, porque es ahí en la realidad donde se desarrollan los problemas y donde se encuentran quienes les dan solución.

Aunque, a muchas personas les resulte extraño pensar al patriarcado como una adicción, efectivamente lo es, claro que en sentido social, y reporta los mismos problemas que una adicción común; afectación de las relaciones sociales; destrucción de la vida; alteración del funcionamiento del organismo; circuitos de fomento de su consumo, etc.

Así las cosas, según algunos se requieren 12 pasos para superar una adicción, por lo que aquí presentamos los 12 pasos para superar la adicción al patriarcado en el Ecuador; pasos por supuesto que son políticos, pero sobre todo colectivos y altamente comprometidos. Pasos que no suponen una secuencia, sino identifican los problemas que enfrentamos actualmente:

  1. Consolidación del Estado Laico; tal como reconoce la Constitución del Ecuador, el Estado Laico es el fundamento de la democracia en el país, por lo que su consolidación se torna como una plataforma central para la discusión de la agenda de derechos con enfoque de género, desarraigado de la influencia corporativa de sectores vinculados a grupos religiosos.
     
  2. La mujer como sujeto de derechos en sí; Si bien la Constitución, el PNBV y la política pública formulada por el Gobierno de la Revolución Ciudadana, reportan avances importantes en cuanto a la ampliación del catálogo de derechos, aún se torna acucioso el reconocimiento de las diferencias específicas de las mujeres que requieren que sus derechos se los garanticen por su agencia y sujeto. Esto implica que los derechos humanos, tienen también que aplicarse reconociendo la particularidad de ser mujer.
     
  3. Discusión democrática de la agenda pública; Parte consustancial a la materialización de una agenda de las mujeres que revierta las condiciones históricas y materiales de dominación que sobre ellas pesa, es la democratización de las arenas de discusión de lo público, la ampliación de las voces es condición de la democracia, y sobre eso podemos decir sin mujeres no hay democracia.
     
  4. Enfoque de género en la programación presupuestaria; La garantía de los derechos viene dado por la garantía de recursos para dichos fines. Siendo así urgente considerar que los presupuestos sensibles al género, permiten garantizar los derechos de las mujeres, y permite tener datos objetivos que permitan el control social respecto a la acción del Estado.
     
  5. Enfoque de género con perspectiva social y económica; El enfoque de género, es un instrumento para la incorporación de una agenda de las mujeres, y por lo tanto es insuficiente el uso exclusivo de ese recurso, por lo que es menester transversalizar este enfoque, considerando también las diversas contradicciones sociales, entre la que destaca la de clases, pues la dominación no afecta homogéneamente a todas mujeres.
     
  6. Aplicación más favorable de los tratados internacionales respecto a los derechos de las mujeres; Si bien la Constitución es la norma suprema para el país, los tratados internacionales de DDHH y aquellos referentes a la mujer, sin entrar en contradicciones jurídicas, son el mecanismo para el cumplimiento de los objetivos de la PAB, siempre y cuando se los aplique de la manera más favorable.
     
  7. Violencia patrimonial; Parte del reconocimiento del carácter histórico de la dominación patriarcal supone reconocer la violencia patrimonial como vector de perpetuación del sometimiento. Por lo que el Estado debe establecer mecanismos que garanticen, de hecho y de derecho, que las mujeres puedan decidir libremente con la garantía de la materialidad para la reproducción de su vida.
     
  8. Violencia política; La violencia política, que en proporción directa al aumento de la participación de la mujer en la esfera de lo público se manifiesta como parte del machismo estructural, y que es deber del Estado establecer mecanismos para su prevención y de sus representantes el ejercicio de la actividad política exenta de criterios que perpetúen estereotipos relacionados al género.
     
  9. Trabajo no remunerado y la economía de cuidado; Es necesario reconocer tanto al trabajo no remunerado como a las actividades de vinculadas al cuidado, como parte de la economía real del país, ya que función de esto es posible hablar de que las mujeres puedan participar de lo público y lo privado en libertad y no como predeterminación genérica.
     
  10. Reconocimiento de las diversidades sexo-genéricas; que progresivamente se han incorporado como cuestión del ámbito público, las reivindicaciones de estos colectivos se han incorporado en la agenda de las mujeres, y se fundamentan en la igualdad formal y real que debe operar entre todas y todos los ciudadanos.
     
  11. Salud con enfoque de género. Este caso en particular, guarda centralidad respecto a la agenda de despatriarcalización, así como se inscribe en la PAB de forma especial, pues de la aplicación del enfoque de género en el sistema de salud, dependerá eliminación de causas de muerte propias de las mujeres y los grupos sexo-género diversos.
     
  12. Ampliación de la paridad. Entendida como una acción sistemática y deliberada por parte de las instituciones del Estado para incorporar a mujeres en su administración es uno de los mayores logros del Ecuador, a pesar de esto, es necesario implementar medidas que permitan que en la representación unipersonal en las administraciones locales también opera la paridad, pues lo local es precisamente donde se debe trabajar para revertir la gobernanza patriarcal.

Adicionalmente; para que estos doce pasos políticos puedan concretarse deben operar dos condiciones, estas también políticas, que vinculen sociedad civil y sociedad política:

  • Corresponsabilidad; La agenda de las mujeres no es cuestión exclusiva de mujeres, sino todo lo contrario, requiere del asumir corresponsabilidades entre hombres y mujeres, por lo que la efectiva aplicación en el Ecuador, pasará por la acción creativa de las organizaciones de mujeres para ampliar el campo popular y que este asuma como constitutivo de sus reivindicaciones la agenda por los derechos de las mujeres.
     
  • Articulación; El ejercicio pleno de los derechos de las mujeres no es posible alcanzarlo desde la acción del Estado, por lo que un Gobierno como el de la Revolución Ciudadana, si realmente desea reconocerlos, debe promover un ejercicio de articulación programática, que tenga a la despatriarcalización como parte de su agenda contrahegemónica respecto al patriarcado.

Ahora, si nos concentramos en el momento político que vive el país, el nuevo marco constitucional surgido en 2008 y el proyecto de la Revolución Ciudadana (que refiero como proyecto más allá del mismo gobierno) lograron colocar estos temas en la mesa de la discusión pública, no obstante eso fue apenas el inicio del camino, y de la construcción de la convergencia de la sociedad civil respecto a esta temática será la única garantía de hablar de ese nuevo esquema societal llamado buen vivir, que vuelvo a decirle depende más de la ciudadanía que del mismo gobierno o las instituciones, pues las adicciones de este tipo solo lo pueden superar los pueblos.

Asambleísta
Diego Vintimilla Jarrín.

 

Fuente: Aldea 42
http://aldea42.com/

Diego Vintimilla
Asambleísta por Azuay Alianza PAIS

“Azuayo nacido en Cuenca. Ex presidente de la FEUE Democrática de la Universidad de Cuenca. 2010 – 2012. Miembro del Grupo Parlamentario por los Derechos de las Mujeres. Presidente de la Subcomisión de Evaluación a la LOES”

Facebook - Diego Vintimilla Página Personal  -

E-mail - Diego Vintimilla

Av. 6 de Diciembre y Piedrahita · Teléfono: (593)2399 - 1000 | Quito · Ecuador