A un año de la vigencia de la Ley para la Justicia Laboral y el Reconocimiento del Trabajo en el Hogar, se han hecho importantes avances en materia de equidad que han puesto al país en la vanguardia de Latinoamérica, sobre todo, por el reconocimiento de la seguridad social para las amas de casa. Gracias a esta norma actualmente 170 mil mujeres ecuatorianas están afiliadas al IESS asegurándoles una vejez digna, expresó el legislador Fausto Cayambe.
Estabilidad laboral, búsqueda de equidad, modernización del sistema salarial, diálogo social, democratización de la representación laboral, universalización de la seguridad social, son los aspectos que rigen en la ley en vigencia desde el 20 de abril de 2015. La eliminación del trato discriminatorio e incluso atentatorio que regía para las personas que realizaban trabajo remunerado en el hogar y la derogatoria de las disposiciones del Código del Trabajo donde el empleado doméstico para renunciar, debía pedirle permiso a su empleador, son aspectos que garantiza la ley.
La portabilidad en seguridad social, que es un mecanismo para migrar de un sistema a otro, permite que hoy en día la mayoría de afiliados al IESS sean mujeres, es decir el 52%, precisó el legislador.
El pasado 1 de enero entró en vigencia el contrato de plazo indefinido como modalidad principal de trabajo. Las empresas y empleadores mejoran sus procesos de selección y reclutamiento de personal. A decir, de Cayambe la eliminación del contrato a plazo fijo también ha permitido mejores condiciones, especialmente en materia de estabilidad a las mujeres trabajadoras, lo que permite seguir trabajando en la equidad y en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
Para precautelar la situación de vulnerabilidad por su estado de gestación y lactancia y puedan conservar su trabajo, la norma crea una figura jurídica conocida como despido nulo para proteger el derecho de estas mujeres, antes y después del parto. Si el empleador le despide puede caer en una causa penal.
El Ministerio Rector, anualmente debe ajustar las brechas salariales y la inequidad, ya que en el país existen personas que ganan 60 y hasta 70 veces más que un trabajador y en el caso de las mujeres, pese a realizar la misma labor que los hombres siguen ganado menos.
Con la Ley se acabó la estrategia de los malos empleadores, que hacían firmar a sus trabajadores la renuncia anticipada, para no pagarles el desahucio, de modo que todos los trabajadores que de mutuo acuerdo salgan de sus trabajos recibirán este beneficio incluido en el cálculo de su liquidación.
Otros beneficios
La ley garantiza la protección de casi el 99% de personas que trabajan sin remuneración en quehaceres doméstico, la mayoría mujeres. Hace justicia con personas que en la vida y en la historia no tuvieron oportunidad de contar con beneficios de seguridad social.
Las personas que realizan el trabajo no remunerado del hogar podrán acceder a pensiones por incapacidad total o absoluta y pensiones por muerte (viudedad y orfandad) incluyendo el auxilio por funerales siempre que acrediten al menos 6 aportaciones para aquellas personas entre 15 y 25 años de edad, 36 aportaciones para aquellas personas entre 26 y 45 años de edad, y 60 aportaciones mensuales para aquellas de 46 años o más. Las mujeres que quieran jubilarse por vejez lo podrán hacer luego de cumplir 240 aportaciones (20 años) y tener 65 años de edad.
Asambleísta por la Provincia de Esmeraldas
