En el marco de la exposición “Producción de semilla certificada por organizaciones de agricultura familiar y campesina”, Luis Montesdeoca, de la Unión de Asociaciones de Productores Agrícolas Basados en el Rubro Papa, CONPAPA, señaló que 500 jefes de familia realizan un trabajo compartido con instituciones públicas y privadas que han permitido generar investigaciones, nuevas variedades, procesos de capacitación, metodologías de trabajo, materiales de difusión para dar lugar al inicio de agronegocio asociativo.
Destacó que mantienen un sistema de comercialización asociativo, con el registro de productos semilleristas. En el 2015 se produjeron más de 5000 quintales de semilla certificada con el programa de Innovación Tecnológica; además se logró el incremento de producción de 7,5 a 18 toneladas métricas por hectárea; se implementó el manejo integrado de cultivo, se identificaron oportunidades de mercado para productores con nuevas variedades; se produjeron más de 30 variedades de interés productivo y comercial, agregó.
Así mismo, dijo, logramos recuperar variedades nativas para el consumo; se establecieron alrededor de 30 hectáreas al año de diferentes variedades de semillas; y se desarrolló la infraestructura para envases para su almacenamiento.
Mencionó entre las principales limitaciones que ha tenido CONPAPA el alto costo de semillas registrada en 0,86 dólares el kilogramo, la identificación de nuevas plagas y enfermedades, escasez de infraestructura para la conservación, la falta de difusión, el fomento del uso de semilla certificada y de calidad; la fluctuación de precios, la falta de control de fronteras en el ingreso de productos agrícolas que son utilizados por semilla.
En este marco pidió que en la ley se considere mayor disponibilidad de semilla de calidad, en manos de los agricultores, valorar los conocimientos ancestrales y variedades nativas, revisar los precios de venta de la semilla registrada en la oferta y demanda, precio justo entre productor y consumidor, así como regular el libre expendio de semillas recicladas, garantizar el expendio de agroquímicos con asistencia técnica, concientizar el manejo de residuos y envases, evitar la contaminación, acceso a tecnologías, créditos, maquinaria, educación e incentivar la producción agrícola y pecuaria que permita reducir la migración campo ciudad.
Si tenemos agua, suelo y semilla de calidad lograremos alimentación de calidad, concluyó.
Asambleísta por la Provincia de Esmeraldas
