Por unanimidad la Asamblea Nacional rechazó todo acto de violencia que atente contra la vida e integridad de civiles inocentes, ya sea producto de fuerzas irregulares fundamentadas en el radicalismo religioso o auspiciado por gobiernos en nombre de implantar la democracia. Los legisladores consideraron que estos hechos han llevado a un estado de guerra en el que se encuentran inmersos varios países de África, Europa y Oriente Medio, con dramáticas consecuencias para millones de seres humanos que buscan refugio en Europa.
A través de la resolución, propuesta por la asambleísta María Augusta Calle, presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales, el Pleno manifestó su preocupación y solidaridad con Jimmy Ernesto Montenegro Rosero, oriundo de Ibarra-Imbabura y su familia, herido en el atentado de Bélgica, el pasado 22 de marzo, y cuya vida está en riesgo. Además, estos sentimientos los extendieron a los otros compatriotas latinoamericanos también perjudicados, mientras que, de manera general, expresó sus más sentidas condolencias a los familiares de las víctimas y se solidarizó con los heridos, los pueblos y los gobiernos afectados, en este repudiable suceso.
No podemos quedar impasibles frente a esto. Estamos en el inicio de una tercera guerra mundial. Debemos apostar por la paz como el más importante derecho humano, dijo María Augusta Calle, después de relatar cifras sobre el incremento del terrorismo, hasta en un 80%, y sus consecuencias. Por ejemplo, explicó que desde el 2000 se han registrado más de 61 mil ataques terroristas, que han matado a unas 140 mil personas y desde 2014 grupos fundamentalistas se han atribuido directa o indirectamente al menos 75 ataques en varios países del mundo. Esta es la realidad que está enfrentado el planeta, añadió.
El asambleísta Fernando Bustamante reflexionó sobre los efectos directos y morales del terrorismo: el efecto en esas mentes de la gente que alimenta otro tipo de violencia como el racismo, la xenofobia, la exclusión y discriminación, que genera una tendencia a brutalizar a las sociedades y hacerlas represivas; nos hace a todos victimas de sus consecuencias, nos hace vivir el miedo, señaló. Cuántas bombas matan la seguridad y paz mundial, añadió Gastón Gagliardo, mientras Dora Aguirre hizo un llamado a que no se generen más muertes y violencia en el planeta y Esteban Melo manifestó que es necesario que Ecuador levante una voz al mundo para rechazar el uso de la fuerza.
Con la resolución, la Asamblea también reconoció el valor de la paz como un derecho humano y una aspiración legítima de nuestros pueblos, reiterando que el Ecuador rechaza todo tipo de violencia y apuesta por la paz y el respecto al Derecho Internacional.
Condenó la destrucción del Oasis de Palmira que constituye un crimen de guerra, conforme a las normas de Derecho Internacional Humanitario. En 1980, Palmira fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está situado al nordeste de Damasco, en el desierto de Siria, albergaba ruinas monumentales de la antigüedad y su arquitectura conserva técnicas grecorromanas con tradiciones artísticas autóctonas y persas.
La resolución se la comunicará al Consulado Honorario de Bélgica en Ecuador, a fin de que la ponga en conocimiento de las autoridades y pueblo de su país. Se hará lo mismo con la representación del Ecuador ante Naciones Unidas, a fin de que informe a las misiones permanentes de Pakistán, Irak y Costa de Marfil la presente resolución.
http://www.asambleanacional.gob.ec/es/noticia/42613-asamblea-rechazo-la-violencia-y-se-solidarizo-con
Socióloga y Comunicadora es su formación profesional. Activista por los derechos humanos y el derecho a la comunicación, luchadora por la soberanía y autodeterminación de los pueblos, la libertad y la just..
