DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Cada 25 de noviembre de todos los años, el mundo vuelca sus mirada a este problema endémico: La violencia contra la mujer y la búsqueda permanente de su erradicación en todas las esferas, tanto públicas como privadas.
La Organización de Naciones Unidas, lanza la campaña «16 días de activismo contra la violencia de género» comienza el 25 de noviembre y termina el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. Esta campaña tiene como objetivo llamar a la acción para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo.
¿Por qué este Día internacional?
Debido a que:
Ø La violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos
Ø La violencia contra la mujer es consecuencia de la discriminación que sufre, tanto en leyes como en la práctica, y la persistencia de desigualdades por razón de género
Ø La violencia contra la mujer afecta e impide el avance en muchas áreas, incluidas la erradicación de la pobreza, la lucha contra el VIH/SIDA y la paz y la seguridad
Ø La violencia contra las mujeres y las niñas se puede evitar. La prevención es posible y esencial
La violencia contra la mujer sigue siendo una pandemia global. Hasta un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida.
Hechos y cifras
El 35% de las mujeres y las niñas sufren alguna forma de violencia física o sexual a lo largo de sus vidas. En algunos países esta cifra asciende al 70%
Se calcula que 133 millones de niñas y mujeres han sufrido alguna forma de mutilación/ablación genital en los 29 países de África y Oriente Medio donde esta práctica perniciosa es más frecuente.
En el mundo, en la actualidad, más de 700 millones de mujeres se casaron cuando eran niñas, de las cuales 250 millones eran menores de 15 años. Las niñas que contraen matrimonio antes de cumplir los 18 tienen menos probabilidades de terminar su educación y más de sufrir violencia doméstica y complicaciones en el parto
Las consecuencias de la violencia de género perduran generaciones
DISCURSO POR EL DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJE
No necesitamos mujeres que solo adornen la democracia o se dejen utilizar como elemento ornamental de aquella. La violencia contra nosotras las mujeres y nuestra lucha para erradicarla debe ser un compromiso de todas y de todos, empezando por nosotras, rechazando todo indicio o acto que pretenda atentar contra nuestra integridad: física, sexual, sicológica, patrimonial y otras que se pueden generar, como aquellas invisibles y silenciosas que se han convertido en sistemáticas y cotidianas y en consecuencia ¨normales¨. Debemos romper las estructuras rígidas que nos han ido definiendo históricamente desde el machismo y patriarcado, como la única forma de llegar a vivir en una sociedad igualitaria.
Son alarmantes las cifras de violencia que ONU nos muestra este año, hay que ser conscientes que las mismas no disminuyen y en muchos casos van en aumento, por ejemplo en América Latina una tercera parte de los embarazos corresponden a mujeres menores de 18 años y éste universo, el 20% corresponde a niñas y adolescentes de menos de 15 años de edad, según datos de la UNICEF. Pero esto también se debe a que, al problema de la violencia en el hogar y en lo público, ahora también se suma como un daño colateral de los conflictos armados en el mundo, como el caso de Boko Haram, donde no pudimos proteger a nuestras niñas, que aún no siendo ecuatorianas, tenemos que defender como nuestras.
Las niñas y adolescentes tienen el derecho a vivir una vida según su edad, derecho a educarse, a la recreación, a habitar espacios en que sus cuerpos no sean objeto de violencia física ni sexual. Es un compromiso que debemos adquirir primeros como ciudadanas y ciudadanos del mundo, luego como representantes de una sociedad civil que nos increpa a que las políticas públicas para afrontar estos temas sean cuantificables y verificables. Los esfuerzos no se limitan a las campañas, pero son una forma de poner en el debate temas que aún incomodan a las estructuras sociales que nos quieren tener sometidas y sumisas y sin duda incomoda al poder de turno que pretende de nosotras lo mismo.
¡Abajo el machismo y la violencia contra las mujeres.
Falta sororidad entre nosotras, olvidan frecuentemente en esta Asamblea que más allá de las diferencias políticas SOMOS MUJERES, que muchas veces sufrimos la misma violencia; pero es más fácil para ustedes responder a una agenda de poder donde se someten a un rango de acción de libertad mínima, para motivar cambios que ustedes saben necesarios para las mujeres.
Creo elemental exigir respecto para nosotras por parte de los estamentos del Estado y al Presidente de la República, especialmente en las manifestaciones ciudadanas, donde la mujer ecuatoriana a desempeñado un papel activo y valiente, sin miedo a expresar su criterio político.
Es probable que en temas de violencia podamos vernos reflejadas unas en otras, pero el peso político que hay en ustedes, las remite al silencio canalla, que permite el círculo violento que no parará, mientras sigan permitiendo que digan que las mujeres hemos mejorado la política y la democracia por las farras y las minifaldas.
(Parte de este mensaje es dirigido directamente a las asambleístas del oficialismo
María Cristina Kronfle Gómez
Asambleísta
Asambleísta electa por la Provincia del Guayas período 2013-2017 Es mi tercera elección consecutiva, gracias a mis electores que me siguen dando la oportunidad de apoyar con propuestas para mejorar su nivel..
