Camino a la Consulta Popular 2018

Jueves, 08 de febrero del 2018 - 11:38 Imprimir

Camino a la Consulta Popular 2018

 

Quito, 8 de febrero de 2018

María Mercedes Cuesta Concari

Asambleísta Nacional

mercedes.cuesta@asambleanacional.gob.ec

 

En mayo de 2017, Lenín Moreno Garcés asumió la Presidencia de la República en medio de un país que había demostrado con claridad, estaba partido por la mitad. No obstante, el anuncio de un Gobierno Nacional desmarcado del timón de su predecesor provocó que vientos de esperanza y hasta de libertad se percibieran a lo largo y ancho de la patria ecuatoriana, y convocaran a los ecuatorianos de distintos sectores ideológicos a perseguir un objetivo común: el bien del país.

La situación del país: desinstitucionalización total; gastado y sin modelo económico definido; autoridades de control serviles al poder; una función legislativa con mayoría obsecuente al ex mandatario y un Consejo de Participación Ciudadana y Control Social integrado, en palabras del primer mandatario, por los “amigos del ex Presidente”.

En ese escenario, un pueblo cansado del odio y de la prepotencia; de los amiguismos y acomodos en el “círculo de poder”; de las sabatinas y del irrespeto; de los contratos a dedo y de los negociados; dio la bienvenida a un nuevo estilo de gobernar; un gobierno que presentaba al diálogo como método.

El pueblo ecuatoriano había hablado claro, una cirugía mayor a la corrupción debía llevarse a cabo sin demoras. El discurso político finalmente se centró en la reivindicación de la no injerencia en los asuntos de las otras funciones. El resultado: un capital político creciente y el voto de confianza de la ciudadanía, aún de quienes no votamos por Lenín Moreno, para juntos, luchar contra la corrupción.

El 18 de septiembre de 2017, el Presidente de la República anunció formalmente una Consulta Popular. Se convocaría a los ecuatorianos a pronunciarse en referéndum y Consulta y así romper algunas de las trampas que la década pasada nos heredó. Solo con mecanismos de democracia directa, por los que se permite al ciudadano participar activamente en la toma de decisiones y gobernar desde las urnas, se consagraría un gran acuerdo nacional para la recuperación de instituciones del país.

Los temas, ustedes los conocen: muerte política para los sentenciados por corrupción, minería y ambiente, alternabilidad democrática, la conformación del Consejo de Participación Ciudadana y los derechos de grupos poblacionales de atención prioritaria, son los temas sobre los cuales se pronunció el país.

Y es que la convocatoria a Consulta Popular, presentó cambios constitucionales a las instituciones símbolo de Montecristi, atacando estructuras heredadas de la llamada década ganada.

Detener el intento de perpetuarse en el poder de ciertos personajes de la política. Virar la página de un Consejo de Participación Ciudadana y Control Social bochornoso, que marcó su hoja de ruta obsecuente con el poder. Hoy, su configuración ha sido evaluada en las urnas, y la gente dijo fuera.

Pero léase bien señor Presidente: el pueblo sabio y responsable no ha dado un cheque en blanco; ha dado un voto de confianza y otorgó un “Sí” condicionado por la recuperación de los valores en la designación de autoridades de control y en la participación ciudadana como elemento sine qua non de una sociedad moderna.

Hoy, la misión legislativa para adecuar normativa que instrumentalice la elección de los miembros del CPCCS temporal cobra vital importancia. Se requiere establecer requisitos exigentes que aseguren independencia política, probidad y capacidad. Ahí mi participación, ahí mi compromiso con ustedes mandantes.

En mi rol de madre, no puedo dejar de expresar mi tristeza por aquellos que dijeron “NO” a la protección de nuestros niñas, niños y adolescentes. La pregunta sobre la imprescriptibilidad de los delitos sexuales contra menores de edad nos unía como país, y hubiera permitido expresar por unanimidad, el rechazo rotundo contra aquellos que pretenden robar las sonrisas a quienes apenas empiezan a vivir. Allá ellos y el duro momento de rendir cuentas a sus conciencias.

Aquí, quiero hacer un paréntesis y confesarles queridos amigos, que una de las grandes sorpresas de mi vida ha sido descubrir que el ejercicio de la política electoral puede deshumanizar. Y digo “puede” porque he mirado de cerca y con tristeza como el ejercicio de un cargo de elección popular, ha hecho actuar a algunos con aires de grandeza y superioridad. Ha hecho que algunos se olviden de la persona, del individuo. De la realidad social que nos debe mover cada día; de los principios. Pero también he visto extraordinarios seres humanos, que con valores han podido ejecutar una agenda de servicio público para y por la ciudadanía. Como mujer de FE, pido a Dios todos los días, me permita tener la sabiduría para servir y que mis actuaciones jamás se orienten por intereses personales o partidistas. Lo he dicho mil veces y lo ratifico: mi compromiso es con mis mandantes. mi compromiso es con los ecuatorianos.

Finalmente, la oposición se queda con tareas; entre ellas reorientar sus esfuerzos hacia la recuperación de las instituciones del país. A desmarcarse de la política reaccionaria, y a proponer finalmente un plan de gobierno que incluya un modelo económico basado en oportunidades.

Es momento que la política ecuatoriana piense en un diseño democrático que transcienda a las personas y se configure con apoyo nacional, como pilar fundamental de nuestra República.

Hoy los invito a dejar atrás los resentimientos políticos; se vislumbra un nuevo momento para nuestro país que solo podrá hacerse realidad con el apoyo y el trabajo de todos. Caminemos hacia adelante, y demandemos de nuestros gobernantes política de altura. Vamos juntos a vencer las trampas del pasado y trabajemos en una agenda legislativa que atienda los intereses ciudadanos.

 

 

 

María Mercedes Cuesta
Asambleísta Nacional Independientes

Asambleísta Nacional | Integrante de la Comisión Del Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa | 

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