Carlos Baca: el último Fiscal de la “década ganada”
Ha caído el hombre que impuso un informe “dudoso” sobre los tristes acontecimientos del 30S. El hombre que se mantuvo en que haber publicado un audio, sin haber sido judicializado bajo todas las condiciones y garantías que acarrea una prueba de esa índole,
constituyen “simplismos” del debido proceso.
Han transcurrido ya cuatro días desde que el Pleno de la Asamblea Nacional resolviera la censura y destitución de Carlos Baca Mancheno en su calidad de Fiscal General del Estado, quien no llegó a cumplir ni un año en el ejercicio de su puesto. 128 votos -de 137 que componen la Asamblea Nacional- marcaron la cancha. Los cargos: la ilegal exposición del audio de la conversación entre el ex Presidente de la Asamblea Nacional, José Serrano Salgado, y el ex Contralor General del Estado Carlos Pólit Faggioni, hoy prófugo de la justicia ecuatoriana; todo esto en uso y abuso de la institución de la Fiscalía General del Estado; más allá de la sensible conversación que se expuso, y de sus implicaciones, que como ustedes saben ya pasaron la factura correspondiente semanas atrás al ex Presidente de la Asamblea, y cuyo contenido se judicializó.
La mayor parte de los datos ustedes ya los conocen; dos estupendos interpelantes: Henry Cucalón (PSC) con un estilo firme
y elegante nos llevó a reflexionar sobre Baca como “un digno representante de la década pasada, donde los funcionarios de Carondelet se paseaban por los organismos de control para cubrirse las espaldas”. César Carrión (CREO), con un discurso sentido y mayormente enfocado en la “difusión del audio y el incumplimiento de funciones en estricto rigor”.
En unas pocas líneas quisiera reflexionar con ustedes, algunos de los entretelones de la jornada que vivimos los legisladores, durante más de 10 horas continuas de sesión, frente a un “cobarde”. Y lo digo así, con mucha firmeza, porque desde muy pequeña aprendí que solo los cobardes lanzan la piedra y esconden la mano.
En los días previos, Baca Mancheno no encontró un mejor camino hacia lo que él consideraba “su defensa” que crear falsas expectativas sobre información sensible de las instituciones del Estado, y particularmente de la Función Legislativa. Sí, el señor Baca, manifestó que “tenía una lista de Asambleístas que son clientes frecuentes de la Fiscalía General del Estado, y que hacen política en los pasillos de la Fiscalía”. Habló sobre el supuesto “tránsito de las avionetas de narcotráfico durante los últimos años” y sobre “permisividades”; aprovechándose de la herida abierta de la ciudadanía por los ataques de los que hemos sido víctimas las últimas semanas, me refiero a las vidas de siete ecuatorianos; al secuestro y brutal asesinato de tres periodistas, de quienes aún hoy, seguimos esperando y reclamando sus cuerpos. Todo esto con el ánimo de sembrar hitos para su defensa; de crear expectativas sobre revelaciones que no logró hacer y de supuestos hombres de maletín en su institución. Lo voy a decir con todas sus letras, insinuó que incluiría dentro de sus listas a autoridades del Parlamento e intentó amedrentar a quienes tienen rabo de paja.
Debo decirles que el jueves 26 de abril, fui testigo de un discurso vacío en fundamentos y lleno de generalidades. El interpelado no logró dar a los Asambleístas ni un solo dato que confirmara lo anunciado horas antes al juicio político; ni un solo nombre. Vino a declararse perseguido, víctima de un complot. A dar datos a modo de rendición de cuentas. Pero sobre sus incumplimientos en el ejercicio de su cargo, no dijo nada de nada.
Lo que sí escuché fue un intento desesperado de negar el aparato de impunidad constituido en el brazo de la justicia en el Ecuador. De una autoridad que habiendo sido persona de confianza del ex primer mandatario, hoy niega su cercanía con él de la forma más ruin; y que nos quiso convencer de sus innumerables méritos para su designación como Fiscal.
Señor Baca, usted ofendió al Parlamento Nacional en la víspera del Juicio Político. Nos dijo “cobardes expertólogos”, “que no le hemos cumplido nada al país”, y que iba a venir a la Asamblea a decirnos en la cara cobardes. No lo hizo, se quedó callado porque no tiene calidad moral para hablarnos de institucionalidad.
Ha caído el hombre que impuso un informe “dudoso” sobre los tristes acontecimientos del 30S. El hombre que se mantuvo en que haber publicado un audio, sin haber sido judicializado antes y bajo todas las condiciones que acarrea una prueba de esa índole, constituyen “simplismos” del debido proceso.
Con la caída de Baca se cayó el último Fiscal que representaba el correato. Carlos Baca encarna uno de los argumentos que llevó al pueblo ecuatoriano a decir basta a las instituciones del ex primer mandatario y a nombrar un Consejo de Participación temporal con atribuciones de evaluación y de destitución.
Pueblo ecuatoriano, hemos cumplido con nuestra responsabilidad con la ciudadanía de destituir a un Fiscal que ha irrespetado de la forma más burda a las instituciones y el debido proceso en nuestro país. Bien por el Ecuador, mal por las instituciones.
Los invito a reflexionar.
María Mercedes Cuesta Concari, Asambleísta Nacional
Quito, 30 de abril de 2018
Asambleísta Nacional | Integrante de la Comisión Del Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa |
