Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en el país hay una alta incidencia del castigo corporal. Casi el 40% de niños recibe un trato violento por parte de sus padres y 26% de sus profesores, en la escuela. Para enfrentar esta realidad, el pasado 11 de enero, en la Comisión de Derechos Colectivos se desarrollaron las comparecencias alrededor del proyecto de Ley Orgánica para una Niñez y Adolescencia Libre de Castigo Físico y Tratos de Penas Degradantes.
Esta normativa, propuesta por la asambleísta Marisol Peñafiel, quien afirmó que se aprobará antes de que concluya el período legislativo, persigue la prevención y prohibición del uso de la fuerza física, castigo físico, tratos y penas degradantes como medida disciplinaria, correctiva o de sanción, así como acción dentro de los métodos de enseñanza contra niños, niñas y adolescentes.
En diferentes ámbitos de la vida cotidiana, sin importar la condición social o el origen étnico y en diferentes espacios sociales, como el hogar, instituciones educativas, lugares de trabajo y entidades de atención, existen manifestaciones de castigo físico y trato degradante, que es utilizada y aceptada socialmente como una forma de inculcar disciplina, establecer límites, controlar y reprender a niños, niñas y adolescentes.
Ellos comparten derechos comunes con la ciudadanía en general, sin embargo, poseen derechos específicos, como a una vida libre sin violencia, es decir, a una integridad física y psíquica que responden a su edad. De ahí que es responsabilidad del Estado, otorgar protección contra toda forma de violencia.
Por eso, este cuerpo legal busca el rescate de su dignidad y entereza humana de este grupo social, a través de un marco institucional que enfatice la prohibición, erradicación y prevención del castigo físico y que apuntale hacia una cultura de paz, en una convivencia pacífica y libre de violencia.
La propuesta contempla una medida disciplinaria positiva, rescatando el carácter de autoridad que guarda relación con ´hacer crecer´, de modo que quien ejerce autoridad lo realiza en el sentido de educar, orientar, guiar, criar así como brindar protección a niños, niñas y adolescentes, considerando su edad y madurez en el proceso de crecimiento y desarrollo integral.
PAU/pv
Marisol Peñafiel Montesdeoca, joven imbabureña; líder de juventudes, vinculada a la dirigencia de organismos estudiantiles, barriales, parroquiales y de mujeres; de la niñez y adolescencia; convencida en l..
