Que ningún abrazo sea el último en la vida de una mujer

Que ningún abrazo sea el último en la vida de una mujer

Que ningún abrazo sea el último en la vida de una mujer , y menos que la violencia,  y las circunstancias  así lo decidan, frente  a un Estado que con un Comunicado de red social llama a la xenofobia.

Diana no pidió que la mataran, y  que con estupor el mundo viera como su cuerpo expuesto públicamente por quien se atribuyo ser su  pareja, que quiso debilitarla y logró silenciarla, apagar su voz para siempre, con una fuerza física y un arma blanca , frente a la inoperancia de los agentes de la Policía Nacional. En una acción únicamente propia de un asesino desdeñable. Martha tampoco pidió que la violaran, en una manera tan atroz y  que las agresiones sexuales desgarraran su cuerpo y su alma, y con ella todas las aberraciones lejanas a la razón humana.

Estoy seguro que nadie viene al mundo a someterse a un  patriarcado, tampoco nadie viene al mundo para que lo golpeen, que lo humillen, que la maltraten, estos hechos nos dejan en la reflexión de a donde vamos como sociedad.

Estos macabros acontecimientos que dejan el mensaje claro y contundente a ciertas voces impedidas de entender que el feminismo y la lucha por los derechos de la reivindicación de la mujer no es una actitud política, una reivindicación de los derechos que nos quieren arrebatar día a día  y una acción pública que nos devuelve la mirada como sociedad, y que estamos haciendo frente a estos macabros acontecimientos.

Me indigno como ciudadana, como madre de familia y como actora política;  y clamo mi voz de protesta, frente al Comunicado vía redes sociales del Presidente de la República, quien de todas las reacciones posibles ante este hecho escogió la peor, que mientras el país esta hundido en la indignación por lo ocurrido en la ciudad de Ibarra, el Presidente de la República intenta convertir de manera irresponsable, un macabro asesinato y negligencia policial, en un tema de Xenofobia hacia la comunidad Venezolana, queda en mi mente la siguiente frase del comunicado Presidencial, “ He dispuesto  conformación inmediata de Brigadas para controlar la situación legal de los inmigrantes Venezolanos en las calles en los lugares de Trabajo y en la frontera”  y me  lleno de indignación, al ver como un Jefe de Estado, coloca la carga del horrendo crimen en la Nacionalidad del autor, y no en la esencia misma del crimen, validando así las peores reacciones  de xenofobia dadas en la ciudad de Ibarra posteriores al macabro hecho.

Por eso no debemos olvidar que la Convención Interamericana para Prevenir,  Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belem Do Para”, señala en su artículo 1, que la violencia contra la mujer es “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.

Los hechos repudiables contra Martha y Diana y los desatinos Xenofóbicos desde el Palacio de Carondelet, solo instan a la violencia, y a preguntarnos hacia donde vamos como sociedad.

Desde el fondo de mi ser e independientemente de una postura ideológica y política ante un hecho humano,  como Autoridad, debo hacer énfasis que el Comunicado del Presidente de la República y sus desatinadas acciones no me  representan; tampoco representan a las mujeres, no nos representan a los actores de esta incansable lucha por generar espacios de igualdad.

Que ningún abrazo sea el último en la vida de una mujer , y menos que la violencia, las circunstancias del destino así lo decidan, frente  a un Estado que con un Comunicado de red social llama a la xenofobia. Terrible……..