¿Y si Dios fuera mujer? pregunta Juan sin inmutarse, vaya, vaya si Dios fuera mujer es posible que agnósticos y ateos no dijéramos no con la cabeza y dijéramos sí con las entrañas. Mario Benedetti
Cuánto se ha dicho, cuánto se ha hecho desde aquel lejano 8 de marzo de 1857 en New York, donde una huelga de las trabajadoras de una fábrica textil, para exigir jornadas de trabajo de 10 horas e igualdad de salarios con los hombres. Ahí donde empezó la avalancha por de la lucha por la igualdad y la equidad.
La historia de esos días nos cuenta que la fábrica se empezó a incendiar, la historia no contada y no oficial nos dice que en respuesta a su huelga y sus demandas, la fábrica ocupada por las 129 trabajadoras, fue incendiada y trabaron las puertas de salida. La historia no oficial del tema también cuenta que el humo de la fábrica incendiada no era de color negro como sería de esperar, el humo era morado y de ahí también el color con el que se identifican varios movimientos de mujeres…
Desde ese día aciago hasta ahora como cantaría Víctor Heredia: “todavía cantamos, todavía pedimos, todavía soñamos, todavía esperamos; por un día distinto sin apremios ni ayuno sin temor y sin llanto”. Y nosotros y nosotras seguimos caminando entre la esperanza y la ternura, entre la lucha en las calles y en las oficinas, en la lucha en el legislativo y el ejecutivo y no nos detendremos hasta cubrir todos los frentes y ganar.
Estoy firmemente convencida que es “en la existencia de los derechos humanos que tenemos la justificación moral para luchar a favor de las mujeres. No puedo pensar en otra razón que me autorice a interceder por el mejoramiento de la condición de la mujer en la vida en el país y en el mundo”[1]
Los derechos humanos son los derechos de las mujeres y viceversa, La protección constitucional de estos derechos cobra una importancia particular pues el ejercicio de los derechos de las mujeres también está vinculado a la esfera privada de la vida de las personas, que es en la que suelen ocurrir las afectaciones más frecuentes a los derechos de las mujeres de los niños niñas y adolescentes. Como se sabe, durante mucho tiempo las violaciones a los derechos que ocurrían en tal esfera no fueron objeto de preocupación estatal[2].
En Montecristi entre el 2007 y el 2008 se emprendió el inicio de reformas de fondo para lograr una igualdad formal, ahí logramos consagrar en la Constitución demandas de todos los diversos sectores de los movimientos de mujeres, es en la mesa 1 de derechos y garantías constitucionales de la cual fui miembro, donde se logró separar derechos sexuales de derechos reproductivos, donde se reconocieron los diversos tipos de familias, donde garantizamos las condiciones formales para proteger a las mujeres embarazadas, logramos mantener el carácter del Estado Laico. En Montecristi logramos que el presupuesto del Estado tenga un eje que garantice que se invierta con perspectiva de género.
Ya en la lucha en el legislativo he impulsado varios temas, con el apoyo de hombres y mujeres de jóvenes de niños y niñas logramos desarrollar la Ley de Participación Ciudadana, alcanzamos mejores condiciones para que las mujeres puedan acceder a las universidades, y creamos tener un departamento especializado para seguir y evaluar como cumple el Estado con el presupuesto con perspectiva de género, mejoramos los procedimientos para el acceso a la justicia.
Como Presidenta del Grupo Parlamentario Transito Amaguaña, hemos realizado convenios con UNFPA, para el desarrollo de los derechos sexuales y reproductivos. Tenemos un espacio de radio para la discusión difusión y propuestas en torno a todos los temas de población y desarrollo cruzados por ejes transversales de género y derechos de las naturaleza.
He representado a Ecuador en los parlamentos internacionales para discutir cómo se van a implementar los nuevos programas para cumplir no solo con los objetivos del milenio, sino con una agenda más completa de población y desarrollo.
Defendí dentro del debate del COIP, la despenalización del aborto por violación, y mejoramos de manera profunda el procedimiento especial para sancionar la violencia contra la mujer y la familia dentro de código.
Estamos trabajando en la Ley de Consejos de Igualdad, la misma que permitirá lograr transversalizar la política de género y evaluar su cumplimiento dentro de las todas las instituciones del Estado, esta especialización, creemos, será un aporte fundamental para lograr mejorar sustantivamente el ejercicio de los derechos de las mujeres.
¿Qué falta por hacer? Es necesario aterrizar en lo local, tenemos una Ley de Economía Popular y Solidaria que genera grandes ventajas para las mujeres jefas de hogar que deseen emprender en negocios, sin embargo no se pone en práctica, debemos organizarnos para mejorar nuestra participación política en todos los ámbitos no solo en las elecciones.
Los GADS también deben elaborar su presupuesto con un eje de género transversal, es ahí donde debemos estar presentes todos y todas. La lucha de las mujeres no es una lucha contra los hombres, es una lucha por los derechos humanos, es una lucha para vivir en una sociedad justa sin violencia con igualdad de oportunidades. La lucha de las mujeres es la lucha de todos hombres, niños, niñas jóvenes, negros, afroecuatorianos, blancos, montubios, de los pueblos, de las nacionalidades indígenas, de la naturaleza.
Ustedes me han reelegido para no descansar, y tampoco los voy a dejar descansar, necesitamos que el avance legislativo logrado aterrice en nuestro cantón, en nuestras diversas realidades, mi compromiso es seguir legislando para una sociedad de derechos humanos, y estoy aquí para apoyar sus iniciativas.
Por un Cantón Sucre, sin machismo, por un Cantón Sucre sin violencia de género, por la cultura de paz, no olvidaremos la lucha de todas las que nos precedieron, y parafraseando a Sabina, Que la Constitución detenga la balas.
Por un ocho de marzo libre, justo sin violencia de género
Gracias
[1] Cecilia Medina, “Hacia una manera más efectiva de garantizar que las mujeres gocen de sus Derechos Humanos en el Sistema Interamericano, en Rebeca Cook, Derechos Humanos de la Mujer, PROFAMILIA, Colombia, 1997, pp. 254-278.
[2] Rocio Villanuevas Flores (2006) Protección constitucional de los derechos sexuales y reproductivos.
He sido Asambleísta Constituyente 2008, Asambleísta en la transición 2009, Asambleísta Nacional 2009 - 2013 y actualmente reelecta como Asambleísta Nacional 2013 - 2017. Siempre representando a mi provincia..
