En el mundo mil millones de personas con discapacidad enfrentan barreras físicas, sociales, económicas y actitudes que los excluye de participar de una forma total y efectiva como miembros iguales en la sociedad.
Entre los más pobres del mundo hay un número desproporcionado de estas personas y carecen de un acceso equitativo a recursos básicos, como la educación, el empleo, la atención sanitaria y también a sistemas de apoyo social y legal.
A pesar de esta situación, la discapacidad se ha mantenido en gran medida invisible en la agenda principal de desarrollo y en sus procesos. Hoy en día, en muchas partes del mundo, la falta de conciencia y de entender que la accesibilidad es un asunto trasversal de desarrollo sigue siendo un obstáculo para progresar mediante los Objetivos de Desarrollo del Milenio y también con otras decisiones convenidas internacionalmente que atañen a todos.
En el Ecuador el Gobierno de la Revolución Ciudadana ha establecido políticas públicas efectivas para brindar todas las facilidades a las personas con discapacidad y eso se está evidenciando con la ley que les garantiza el acceso laboral, en instituciones públicas y privadas, así como la gran inversión realizada en la Misión manuela Espejo, programa emblemático e importante mediante el cual miles de personas con discapacidad fueron tomadas en cuenta, evaluadas, identificadas, geo-posicionadas y diagnosticadas por primera vez en el país, dentro del Primer Estudio Biopsicosocial, Clínico Genético.