EN EL DÍA DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Domingo, 23 de noviembre del 2014 - 22:12 Imprimir

 En Milán, una compatriota cantaba "mujer tienes derecho a soñar, derechos a seguir, juntos por la igualdad...no a la violencia, libérate”. Ella es Paulina Calahorrano, su canción me conmovía profundamente, por esas mujeres, solas y tan lejos de su tierra. Durante años han sido las y los migrantes ecuatorianos quienes sostuvieron la dolarización y nuestra economía, y fuera de su hogar han sacrificado su propia vida e ilusiones; víctimas, sobre todo las mujeres, de varias formas de violencia.

Lo que sucede en Italia con las migrantes ecuatorianas es una forma más de violencia e invisibilización del maltrato dentro del hogar del que también son víctimas sus niñas y niños. Pero este no es un problema del “tercer mundo” si no que las condiciones de pobreza, inequidad y desigualdad históricamente han puesto a la mujer latinoamericana en una situación de extrema vulnerabilidad, lo que las obligó a migrar para sostener a sus familias. La realidad es que esa misma violencia todavía sigue siendo un problema dentro de nuestras fronteras y continúa siendo un reto para la política pública y la administración de justicia, para prevenir y sancionar estas conductas.

Desde 1981 cada 25 de noviembre se conmemora el día Internacional contra la Violencia hacia la mujer como una fecha en la que el mundo denuncia la violencia de género a nivel intrafamiliar y la violación y el acoso sexual a nivel de estados que están obligados a dar una respuesta y desde el 17 de diciembre de 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas a través de su resolución 54/134 adopta también este día ¿Por qué un 25 de noviembre? Se eligió esta fecha para conmemorar a las tres activistas políticas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en manos por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana. Sus cadáveres destrozados aparecieron en el fondo de un precipicio. Para el movimiento popular y feminista de República Dominicana históricamente estas mujeres han simbolizado la lucha y la resistencia.

Según cifras de las Naciones Unidas hasta un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida; entre 500.000 y 2 millones de personas se calcula que son víctimas cada año de trata, lo que las lleva a la prostitución, a realizar trabajos forzados, a la esclavitud o a la servidumbre, las mujeres y las niñas representan alrededor del 80% de esas víctimas. Se calcula que más de 130 millones de mujeres y niñas que viven hoy en día han sido sometidas a la mutilación/ablación genital femenina, sobre todo en África y en algunos países de Oriente Medio. Más de la mitad de personas refugiadas en el mundo son mujeres y niños. El costo de la violencia doméstica solo en los Estados Unidos supera los 5.800 millones de dólares anuales, de los que 4.100 millones corresponden a servicios médicos y sanitarios. En el Ecuador el 90% de las mujeres que ha sufrido violencia por parte de su pareja no se ha separado y de las mujeres que han sufrido violencia el 76% ha sido por parte de su pareja o ex parejas, 87,3% de ellas ha vivido violencia física y el 76,3% violencia psicológica, la que menos sufren es la patrimonial con el 28,9%, según datos del INEC del año 2011.

En el Ecuador todavía no contamos con datos alentadores pero sí con iniciativas que nos invitan a trabajar, dialogar y sobre todo a comprometernos. A nivel legislativo el Código Orgánico Integral Penal apenas constituye una de las tantas medidas en contra de la violencia pues sanciona aquellas conductas que constituyen delitos como la violencia contra las mujeres o miembros del núcleo familiar y el femicidio; actualmente continúa el debate para modificar la edad mínima para el matrimonio, hoy las mujeres pueden contraer matrimonio siendo aún niñas a los 12 años y los varones a los 14, la propuesta es elevar la edad a los 18 años. A nivel interinstitucional se coordinan acciones integrales para poner en marcha planes en contra de la violencia de género, no se trata solo de acciones que pueden emprender el Ministerio de Justicia o el Consejo de la Judicatura sino de actuar de forma integral y coordinada desde todos los ámbitos.

Así se ha estructurado, de forma coordinada, el trabajo para apoyar y garantizar los derechos de  nuestras compatriotas, desde la academia ecuatoriana, el poder ejecutivo y el poder legislativo. La misma práctica se prevé replicar para las acciones que emprendamos en el país, siendo el objetivo no solo la creación de leyes que constituye un marco importantísimo, sino un verdadero cambio cultural en el que dejemos de ver a la violencia contra las mujeres como algo  “normal”, 

“No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas” decía la inglesa Mary Wollstonecraft en pleno siglo XVIII, siendo capaz de consagrarse como escritora en un ambiente absolutamente masculino. Hoy las mujeres debemos tener poder sobre nosotras mismas, nuestros cuerpos, nuestras decisiones y formas de vida; el triunfo es que hemos logrado consagrarlo en la Constitución, instrumentos internacionales y la ley y son principios de cumplimiento obligatorio aunque el camino todavía sea largo y el cambio cultura un reto. 

 

Gina Godoy Andrade
Asambleísta por Guayas Alianza PAIS

Gina Godoy Andrade, Asambleísta por el Guayas. Distrito 1 Feminista, luchadora permanente por la igualdad de género, la niñez y la adolescencia Asambleísta desde 2009. Integrante de la Comisión de Justicia y Estructura del Estado.

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