Quienes de alguna manera hemos trajinado con éxito en la función pública y representado con honor el mandato del pueblo, sabemos que la política no es solamente los discursos encendidos, ni los programas que no pasan del papel, ni las ofertas ilusorias y fantásticas. La política es la acción serena y meditada que traza sendas seguras y señala metas posibles que nos conduzcan hacia un porvenir más luminoso.
Miremos al futuro positivamente. ¡El Ecuador puede ser más grande y mejor!.