El presidente del Comité de Propiedad Intelectual de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana, José Meythaler, sugirió a la Comisión de Justicia y Estructura del Estado, incorpore en el Código Orgánico Integral Penal normas en materia de propiedad intelectual para sancionar la falsificación de marcas y la adulteración de fármacos que en ciertos casos han causado la muerte de personas
El dirigente gremial expresó su preocupación por el nivel tecnológico de los productos falsificados en el Ecuador, pues ya no se trata de una burda imitación. Puso como ejemplo un multivitamínico, cuya presentación es en cápsulas blandas de color café, pero en zonas rurales del país y en determinadas zonas marginales de las principales ciudades se vende el producto con una presentación en polvo, de la cual, hasta el momento, no han logrado confirmar la fábrica ni su contenido químico.
Insistió que mientras se utilizan los mecanismos penales para combatir este tipo de delitos, la presencia del producto alterado se extiende en el tiempo y provoca afección en la salud de los ecuatorianos, a la vez que se pronunció por la necesidad de viabilizar acciones que permitan no solo viabilizar el decomiso del producto, sino también la identificación y sanción a los responsables.
Añadió que existen otras falsificaciones con mejor tecnología, que para detectar la falsedad de la marca se requieren peritajes de orden técnico, a la vez que señaló que en este caso se encuentra la adulteración de un analgésico, que a simple vista no se detecta la falsedad, ante lo que hizo falta que expertos de la propia empresa verifiquen el contenido.
Explicó que en estricta aplicación del tipo penal previsto en el artículo 323 de la Ley de Propiedad Intelectual se pudo sancionar esta infracción, por lo que sugirió que estas figuras legales se incorporen en la legislación penal. El tamaño que tiene el mercado ilícito representa en el tema de fármacos y agroquímicos falsificados representa un rubro económico lo suficientemente tentador para que los procesos de alteración no sea solo una acción delincuencial aislada, no organizada, sino que hay evidencias de que existen grupos de poder, mafias organizadas alrededor de la producción de este tipo de productos.
Expresó que uno de los casos más dramáticos se registró en la ciudad de Machala, en donde varias farmacias, alrededor de los hospitales públicos, adulteraron deliberadamente albúmina humana, elemento que permite la coagulación de sangre cuando se producen operaciones quirúrgicas, como consecuencia de lo cual se registró la muerte de tres personas. Si no hubiese sido por los tipos penales previstos en la Ley de Propiedad Intelectual nos hubiera tocado organizar el proceso de indagación a través de cualquiera de las figuras relacionadas con el homicidio o el asesinato, subrayó Meythaler, al señalar que que con ello se logró el inmediato decomiso de los productos y la acción de los fiscales de propiedad intelectual que trasladaron la responsabilidad a los fiscales de homicidios “en contra de estos delincuentes que son los que manejan el mercado ilícito de fármacos”.
Finalmente, manifestó que es necesaria la reinserción de las normas de propiedad intelectual en la normativa penal con la misma rigurosidad de antes. En la medida que las sanciones que se establezcan no contemplen la dureza con la que hay que tratar este flagelo seguirán siendo un elemento motivador para que el mercado ilícito de fármacos siga provocando estos dramas en la población, concluyó
Asambleísta de Alianza País por la Provincia de Cotopaxi.
Nacido en el Barrio Itoalo en la Parroquia de Chugchilan, del Cantón Sigchos de la Provincia de Cotopaxi, el 28 de octubre de 1974.
Licenciado en Ciencias de la Educación.
Master en Dirección de Empresas.
