Resulta evidente los excesos en los cuales ha incurrido la Sociedad Interamericana de Prensa, al adoptar un decisión en cuyo texto de manera arbitraria exige de esta función del estado cumplir los lineamientos de Transparencia y libre a acceso a la información, a la vez que nos exige también se deroge la ley Orgánica de Comunicación.
En tal sentido y estando de acuerdo con el proyecto de resolución; quisiera ampliar el campo de reflexionar en el pleno de esta asamblea sobre este hecho. Pero no solamente a partir de la lesión inferida a la soberanía y autodeterminación del pueblo ecuatoriano ejercita a través de los órganos creados en nuestra constitución, sino sobre la arrogación de funciones y competencias de un organismo sin fines de lucro y al amparo del derecho privado, sociedad conformada por medios de comunicación que no son los únicos sujetos involucrados en el ejercicio de este derecho; a tal punto que uno de sus objetivos fundamentales es “Defender los intereses de la prensa en las Américas”; en tanto su legitimadad de extiende a la defensa de los derechos que tienen los medios, y como consecuencia no parece ser legítimo abanderarse de un derecho que tiene la humanidad, solo desde la representación de los medios.
El hecho de que un organismo internacional pueda objetar un ley soberana, no debe llamarnos la atención; es más en nuestro sistema y en el caso que nos ocupa, se ha producido un control concreto de constitucionalidad sobre la Ley Orgánica de Comunicación, por parte del máximo organismo, de Control de Constitucionalidad de las leyes, la Corte Constitucional.
Pero este control realizado por el más alto Tribunal del Estado Ecuatoriano, no es, o por lo menos no debe ser, un control de compatibilidad con la constitución solamente, sino también con los instrumentos internacionales debidamente suscritos y aprobados por el Ecuador. Por lo tanto se entiende que el fallo emitido por la Corte, también ratifica la compatibilidad de nuestra legislación con los tratados internacionales.
Pero a pesar de ello lo mecanismos de salvaguarda de derechos fundamentales se extiende a organismos con competencias jurisdiccionales a nivel internacional, y este organismo obviamente NO ES la sociedad Interamericana de Prensa, cuyos pronunciamientos quedan en el ámbito deontológico, sin fuerza coercitiva alguna.
En tal sentido, siendo este el alcance y a la vez los límites de la Sociedad Interamericana de Prensa, debemos recalcar que sus pronunciamiento resultan ser opiniones en algunos casos muy respetables, en el caso que nos ocupa totalmente rechazable, que puede tener como fin desprestigiar a los poderes constituidos del Ecuador, y en una campaña sistemática y permanente ir estigmatizando al Estado Ecuatoriano, a tal punto que se busque un aislamiento en el concierto internacional.
Por lo tanto, considero que se debe dar valor en la justa medida y dimensión las OPINIONES DE ESTA SOCIEDAD, no obstante si esta Asamblea considera que se ha cometido un atentado grave a la soberanía del Ecuador; debe el proyecto en su parte resolutiva incorporar un numeral en el cual se inste al Procurador General del Estado, iniciar la defensa del Ecuador por esta daño moral producido, lo cual no considero procedente.
Por lo manifestado y enunciado al inicio de mi intervención, apoyo el proyecto de resolución, en la medida que considero que el pronunciamiento adoptado por la Sociedad Interamericana de Prensa, adolece de legitimidad, y legalidad, tanto material como formal, ya que el contenido de esta resolución rebasa los aspectos señalados.
María Gabriela Díaz Coka, nació en la ciudad de Puyo en la provincia de Pastaza, realizó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal y los estudios superiores los continuó en la ciudad de Quito, en la carrera de Comunicación Social con Mención en Comunicación Organizacional. Ha realizado cursos relacionados con liderazgo para la transformación, procesos para elaboración de programas y proyectos, así como cursos para internalizar la perspectiva de género en el trabajo con sectores vulnerables de la sociedad, dictados por la Escuela Politécnica del Litoral ESPOL y la Corporación Andina de Fomento básicamente.
