Un minuto de silencio

Miércoles, 27 de noviembre del 2013 - 01:13 Imprimir

Hagamos un minuto de silencio por las mujeres que, mientras leemos este texto, están siendo asesinadas por su pareja.Hagamos un minuto de silencio por las niñas que, víctimas de la violencia sexual de sus familiares más cercanos, están frente a la responsabilidad de ser madres, o por aquellas mujeres que en este preciso instante están siendo maltratadas, abusadas o cosificadas.
Hagamos un minuto de silencio también, por aquellas mujeres que son vendidas como cualquier mercancía, por las niñas que son comercializadas o canjeadas por unos cuantos dólares, por las mujeres que son utilizadas para la servidumbre, son ofrecidas para contraer matrimonio o para ser esclavas sexuales. Los derechos de estas mujeres han sido anulados en un mercado en el que se comercializan sus vidas como si se tratara de cualquier otro negocio en el que opera la ley de la oferta y la demanda.
silencio1 El 76% de las víctimas de la trata de personas en el mundo son mujeres y niñas según la UNODC, y un día como el que acabamos de pasar, 25 de noviembre, resulta que los minutos de silencio no son suficientes para dignificar sus memorias. Estas mujeres han sido víctimas de la delincuencia organizada o incluso de sus propias familias. Son captadas a través de engaños, trasladas con violencia o acogidas en nombre del amor romántico. Les ofrecen trabajos estableces como meseras, niñeras, modelos o incluso trabajadoras sexuales bien remuneradas; también relaciones sentimentales, matrimonios felices o empleos relacionadas a la agricultura, manufactura,construcción entre otras actividades. Las promesas son dentro de su país o fuera de él; esta segunda opción resulta ser la más atractiva. Cuando llegan a su destino sus documentos son retenidos y se encuentran frente a una realidad que nada tiene que ver con lo prometido por sus captores. Las víctimas son  vendidas y posteriormente explotadas; el miedo a que las maten o hagan daño a su familia las paraliza. Desde entonces son esclavas, su libertad es coartada y sus cuerpos son una mercancía con la que se comercializa servicios sexuales o mano de obra barata. Pero no se trata solo de datos o casos espeluznantes sacados de una película de terror, sino de realidades crueles que se escudan en relaciones desiguales de poder por cuestiones de etnia, edad,condición social o género. Y es en esta última categoría que principalmente las mujeres salimos perdiendo. La trata de personas es una de las peores formas de manifestación de violencia contra las mujeres, pues no solo son maltratadas, engañadas, amenazadas sino que son vendidas como mercancías por un precio, su cuerpo es cosificado, su personalidad es anulada. Varios delos casos llegan a la muerte, otros viven pero su dignidad muere poco a poco,todos los días. violentada22 La solución no reposa en la tipificación del delito en el COIP, mucho menos en el aumento de las penas, sin embargo es una parte de ella pues permitirá determinar responsabilidades penales y la reparación de las víctimas. El fenómeno obliga a pensar desde varios ejes como la prevención y protección a las personas que resultan ser vulnerables o que pertenecen a grupos de atención prioritaria como las niñas, niños y adolescentes o mujeres víctimas de cualquier forma de violencia. Pero, más allá de cualquier medida que se adopte desde el estado “si los hombres no considerasen como un derecho evidente la compra y explotación sexual de mujeres y menores, la prostitución y el tráfico no existirían” (ONU MUJERES, 2009).

Gina Godoy Andrade
Asambleísta por Guayas Alianza PAIS

Gina Godoy Andrade, Asambleísta por el Guayas. Distrito 1 Feminista, luchadora permanente por la igualdad de género, la niñez y la adolescencia Asambleísta desde 2009. Integrante de la Comisión de Justicia y Estructura del Estado.

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