Al cumplirse la sexta jornada de los Diálogos por la Equidad y la Justicia Social, esta vez en la sede misma de la Asamblea Nacional, la titular del Legislativo, Gabriela Rivadeneira, resaltó el trabajo que cumplen las funciones Ejecutiva y Legislativa al abrir las puertas a toda la ciudadanía, con el fin de acoger las distintas propuestas en materia legislativa o de políticas públicas en múltiples ámbitos.
La principal del Legislativo recordó que hace 10 años, en el modelo de Estado la ciudadanía percibía que el Congreso Nacional se había convertido en una instancia que desestabilizaba e incluso buscaba derrocar a los presidentes. En ese sentido recordó que, tras la Constitución de 2008, se organizó una reestructuración del Estado ecuatoriano con cinco funciones que tienen su autonomía pero que mantienen un fin común: el mejoramiento de la calidad de vida de los ecuatorianos y la construcción del Buen Vivir.
“Cada una de las funciones tenemos que hacer nuestro trabajo para llegar a cumplir ese fin común, es por eso que cuando los asambleístas vamos a territorio escuchamos de manera permanente las observaciones ciudadanas en temas referentes a políticas pública”, acotó.
Rivadeneira destacó así el trabajo que han realizado este año, en los territorios y de manera coordinada, la Secretaría Nacional de Planificación (Senplades) y la Asamblea Nacional. Un proceso que ha permitido recabar ideas y propuestas ciudadanas en torno a las políticas públicas y la legislación para mejorar la vida de los ecuatorianos.
Antes de 2008, recordó Rivadeneira, los ecuatorianos percibían al poder mediático prácticamente como otra función del Estado, por lo que los procesos de diálogo que impulsan las dos funciones del Estado obedecen una nueva lógica de participación directa y el empoderamiento de la gente.
“¿Qué es lo que hicimos gracias a la gran participación ciudadana en 2008?, que nunca más se considere a los medios de comunicación monopólicos como poder del Estado, sino a los ciudadanos, que, empoderados, reflexionamos y participamos permanentemente”, puntualizó.
Al referirse a las propuestas planteadas en los Diálogos por la Equidad y la Justicia Social (realizados ya en las 9 zonas administrativas que agrupan a todas las provincias del país), Rivadeneira mencionó que ahora se plantean alternativas para mejorar la calidad del acceso a derechos como salud y educación, que antes no llegaban al pueblo.
“Invitamos que a través de las ocho mesas de trabajo sean los ciudadanos y ciudadanas quienes nos digan cómo vamos a hacer ese mejoramiento de la política pública, y de la normativa en nuestro país”, aclaró. Pidió asimismo a los asistentes “plantear sus propuestas de manera horizontal y autocrítica”:
Rivadeneira saludó la presencia de los representantes de los diferentes ministerios, asambleístas, delegados del sector productivo, organizaciones sociales y particularmente de colectivos de mujeres, personas con discapacidad, de la tercera edad y de migrantes, con el fin de participar en esta jornada de Diálogos, que integra a las zonas 2 (provincias de Pichincha, Napo y Orellana) y 9 (Distrito Metropolitano de Quito).
La Asamblea Nacional ha aprobado en este período de gestión 35 leyes sin que ninguna de ellas no pasara por un proceso de socialización en territorio y por el proceso de consulta prelegislativa con los sectores implicados, con un trabajo activo de los legisladores y comisiones, dijo la principal de la Legislatura.
Citó como ejemplos de estas normativas el Código Orgánico Integral Penal (COIP) que tipifica delitos que antes no se incluían como el sicariato, la trata de personas o el femicidio; el Código Monetario que pone fin a los abusos de la banca privada o la Ley de Aguas, que contó con la masiva participación de organizaciones sociales y campesinas.
Finalmente, Rivadeneira mencionó que aunque se presenten los primeros resultados de los Diálogos por la Equidad y la Justicia Social el día de mañana, la ciudadanía puede seguir aportando sus ideas en los procesos de diálogos permanentes en todo el país.
“Solo una ciudadanía empoderada de sus derechos puede exigir y reclamar la garantía de esos derechos, lo que no termina mañana ni en diciembre, sino que es una convocatoria permenente, porque el diálogo es la forma de acercamiento más real entre el Estado y la ciudadanía para fomentar una democracia real y las verdaderas libertades ciudadanas”, especificó.
JS
