De conformidad con lo aprobado por el Pleno de la Asamblea Nacional, los legisladores iniciaron el debate del Título Preliminar, Libros I y II del Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, Creatividad e Innovación, referentes a la institucionalidad del sistema de ciencia, tecnología, innovación y saberes ancestrales; y, la investigación responsable e innovación social.
Los legisladores coincidieron que la propuesta es innovadora, ya que permite acceder al conocimiento como un bien público; promueve y fomenta la creación y comercialización de los bienes tecnológicos y la posibilidad de una ruptura del bien extractivo para pasar al desarrollo de conocimiento y la protección de los saberes ancestrales.
Gastón Gagliardo sugirió que en el Sistema Nacional de Ciencia Tecnología, Innovación y Saberes Ancestrales se considere a entidades artísticas ya que en su conformación se incluye a entidades públicas, empresas públicas y otras entidades relacionadas con la investigación responsable, el fortalecimiento del talento humano, la gestión del conocimiento, la ciencia, la tecnología, la innovación social, los conocimientos tradicionales y la creatividad.
Ximena Ponce, vicepresidenta de la Comisión de Educación, al resaltar que el Código fomenta el acceso al conocimiento como bien público, dijo conviene realizar un mayor debate para determinar la responsabilidad que tienen los gobiernos autónomos descentralizados en apoyo a la investigación en sus territorios. Pidió la conformación de Zonas Especiales de Desarrollo Económico y Tecnológico (ZEDEST), de tal manera que se hable no solo de producir con innovación para generar nuevos y mejores productos a nivel nacional e internacional, sino que las ZEDEST cuenten con incentivos económicos, administrativos y tributarios, aspecto que debe ser debatido con los gobiernos autónomos descentralizados.
Entre tanto, el legislador Moisés Tacle señaló que las universidades deben tener pleno ejercicio de su autonomía administrativa y financiera, libertad de cátedra e investigación. La mayor parte de conocimientos se da en países con inversión público-privada; el Código de Ingenios tiene aspectos importantes, pero también establece un sistema extremadamente burocrático y estatista, comentó.
Diego Vintimilla expresó que si bien se han hecho aportes para garantizar la biodiversidad es necesario incorporar los mecanismos de desagregación y transferencia tecnológica al igual que el monitoreo tecnológico para garantizar que todo el proceso de innovación y generación de conocimientos tenga una aplicación técnica que permita generar procesos productivos en beneficio de los ecuatorianos.
La legisladora Teresa Benavides destacó que a través del Código de Ingenios se hace realidad el alfabetismo digital, ya que se viabiliza el acceso de las familias al acceso, es decir, “pasamos a una nueva forma de producción basada en el conocimiento”, mientras que el parlamentario Pepe Acacho señaló que es necesario garantizar los saberes ancestrales de pueblos y nacionalidades indígenas, que es patrimonio del Estado. Pidió clarificar conceptos de conocimientos tradicionales y saberes ancestrales.
Hay que descolonizar el conocimiento, pues lo que separa a las naciones ricas y pobres es la producción del conocimiento; hay que romper la dependencia cognitiva para generar conocimientos propios para ello es necesario crear redes, intercambio de conocimientos para generar acciones reales de investigación, afirmó el asambleísta Carlos Velasco. Armando Aguilar, precisó que los grandes cambios que vive el Ecuador tienen que ver con las tecnologías de la información y la comunicación y la calidad de la educación. A más de los saberes ancestrales se debe incorporar el desarrollo de las ciencias y el conocimiento alternativo, expresó.
La parlamentaria Angélica Andino manifestó que el uso del software libre brindará no solo el ahorro de millones de dólares, sino que garantizará a los jóvenes el acceso a la información que constituye parte de la política pública.
Wilson Chicaiza indicó que el código tiene muchos aspectos positivos, por ejemplo, ampliar el régimen de licencias tecnológicas, al tiempo que señaló el sistema de innovación debe ir acompañado de una legislación que aliente la creación de empresas y un ambiente económico de confianza que propicie la inversión de riesgo público y privada para que los investigadores y científicos creen nuevos productos.
La asambleísta Marisol Peñafiel propuso que se dé un enfoque de género a la normativa. Las mujeres en la ciencia es un tema pendiente, dijo al insistir en la necesidad de trabajar hasta lograr la igualdad de derechos.
El asambleísta Carlos Bergmann, quien estuvo en la dirección de la sesión No. 353, suspendió el debate y anunció que continuará en los próximos días.
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