El proyecto de Código INGENIOS tiene que ver con la economía social del conocimiento, la innovación y la creatividad, habla de generar un flujo libre de conocimientos, al que tenga plena oportunidad de acceso la ciudadanía; que el conocimiento sea un derecho, dijo la asambleísta Ximena Ponce, vicepresidenta de la Comisión de Educación.
Lo que se busca es que estas innovaciones ayuden a resolver los problemas que tienen las grandes mayorías de la población, sostuvo, al destacar que uno de los temas transcendentales de la propuesta es la determinación del internet como un servicio público.
El internet tendrá a elementos responsables de su entrega, tal como sucede con servicios como agua potable, electricidad, alcantarillado, transporte, que son objeto del cumplimiento de ciertas normas y regulaciones, precisó.
Invocó a los gobiernos autónomos descentralizados, como los municipios, prefecturas, juntas parroquiales, así también al Congope y AME para que hagan llegar sus aportes sobre la temática. Las prefecturas tienen responsabilidad en cuanto al desarrollo productivo y allí hay que colocar elementos de innovación, sostuvo.
El internet como servicio debe cumplir varios requisitos: permanencia, continuidad del servicio, tarifas básicas, universalización; hoy, la comunicación es parte de una nueva generación de servicios públicos, ya no los tradicionales (agua, luz, teléfonos, alcantarillado, recolección de basura, bomberos), a los que hay que consolidar su acceso, por tanto, el internet no es más que una autopista en donde fluye información, datos y donde se puede construir colaborativamente también conocimiento, manifestó.
Con estas flamantes herramientas y plataformas sólidas estamos efectivizando la construcción de la sociedad del conocimiento. Entonces, el reto de los gobiernos autónomos descentralizados es viabilizar la instalación y funcionamiento del internet en espacios públicos de gran concurrencia de la gente, lo que igualmente está llamado a ofrecer la universidad en su entorno, para beneficio de los estudiantes y visitantes, añadió.
Destacó que el Código INGENIOS hace una distinción especial a los saberes ancestrales de los pueblos, nacionalidades y comunidades indígenas, que han permitido recuperar la salud, elaborar alimentos, diseñar técnicas constructivas del manejo del agua, de los bosques y de ese conocimiento que ha estado al servicio de la comunidad.
En este marco, se establece una disposición para que este conocimiento sea mejorado y utilizado en mayor grado a favor de las propias comunidades. La vigente Ley de Propiedad Intelectual ha defendido el interés de la propiedad privada, mientras el registro de patentes garantiza el derecho al monopolio. La protección intelectual no tiene que ver solo con la protección de marca para la venta, sino con el conocimiento que salvaguarde y responda a las necesidades del ser humano, expresó Ximena Ponce.
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