“Ya perdí la noción del tiempo, desde que ocurrió el terremoto no me he movido de Calceta”, así empieza la asambleísta Lídice Larrea, presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional, su relato de cómo se viven los días posteriores al terremoto que azotó las costas ecuatorianas el pasado 16 de abril.
Lo sintió en carne propia, lo vivió en primera fila, pues la noche del movimiento de tierra se encontraba en Manabí. “Soy de Calceta y perdimos a nueve personas en el terremoto, el centro de la ciudad está devastado, fueron segundos interminables en los que todo cambió. No hay descanso y al siguiente día salimos a recorrer las zonas afectadas y aunque no es mi competencia, pero como ciudadana estoy en donde se me necesite”, dice, mientras asegura que se coordina de forma constante con el Comité de Operaciones Emergentes y el Ministerio de Justicia diferentes tareas, con el objetivo de poco a poco volver a la normalidad.
Según explicó Lídice Larrea, en Calceta se levantó un albergue para 400 personas y en este momento existen 270 albergadas. “Pero la idea no es que se queden en los albergues siempre. Hay que empezar a reubicar a los damnificados y también a los comerciantes que perdieron sus puestos de trabajo en los principales centros de abastos, porque con el terremoto se vinieron abajo”, dijo.
Ayer se realizó una feria artesanal y gastronómica. Desde Quito y Guayaquil se organizaron tours para que la gente visite Manabí, con el objetivo de ayudar a que los comerciantes puedan obtener algo de recursos económicos para empezar nuevamente. “Esto tomará tiempo y hay que trabajar por fases. Ahora se viene la etapa complicada que es la reactivación productiva de la zona. La feria fue un reencuentro, es parte del inicio”, aseguró.
Varios asambleístas también están en Manabí para socializar la Ley de Solidaridad y Corresponsabilidad. “Todavía es necesario pulir la ley, porque no se pueden tomar medidas que afecten al pueblo. La ley como tal como está planteada no afecta a los productos de la canasta básica y ahora es momento de arrimar el hombro entre todos para sacar adelante a las zonas afectadas, porque hay que recordar que el turismo es un rubro importante y Manabí es una provincia turística, que debe reactivarse”, concluyó.
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