Representantes de organizaciones sociales, agricultores, productores de semillas, estudiantes universitarios y autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap); Instituto de investigaciones Agropecuarias (Iniap) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estuvieron en el Primer Foro de Agrobiodiversidad y Semillas, que se realiza en la Asamblea Nacional, como antesala de la Consulta Prelegislativa sobre el proyecto de Ley de Agrobiodiversidad, Semillas y Fomento Agroecológico.
Miguel Carvajal, presidente de la Comisión de Soberanía Alimentaria, hizo hincapié en la necesidad de esta ley, porque tiene que ver directamente con seguridad alimentaria. “El Estado debe promover mecanismos de investigación; debemos tomar medidas para garantizar la soberanía alimentaria”, enfatizó.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es parte clave en este proceso. Según explicó Pedro Pablo Peña, representante de este organismo en Ecuador. Este foro ofrece la oportunidad de dialogar sobre las capacidades nacionales en producción, comercialización y uso de semillas. “Garantizar el acceso a semillas de calidad también garantiza la seguridad alimentaria”, agregó.
Dentro del foro se expusieron algunas experiencias en la producción de semillas en el país, en donde familias que se dedican a la agricultura en nueve provincias son parte del proyecto Semillas Andinas con excelentes resultados. “Nos encontramos en un momento crucial, en donde temas como el calentamiento global y la escasez de alimentos, ya no son aislados y debemos tomar en cuenta que con el cambio constante de temperaturas se pone en riesgo los cultivos y con ello la producción de alimentos, por lo que tener una legislación adecuada para el manejo de semillas es un acierto, porque no se puede desconocer que cada vez existen menos recursos naturales”, expresó el representante de la FAO en Ecuador.
Un desafío para Ecuador
Para Mauricio Proaño, asambleísta proponente del proyecto, el mayor desafío consiste en asentar la base de la alimentación en estrategias de producción agrícola sostenibles, pues según explicó, el cambio climático empieza a hacer estragos con la disminución de la capacidad agrícola en diversas zonas del país. “Es necesario que se creen incentivos para la investigación en el país y esta ley lo permite. En la Asamblea ya no hacemos leyes desde el escritorio, salimos a territorio y recogemos todas las iniciativas para sacar leyes que aporten”, manifestó. Se refirió a las experiencias registradas con las leyes de Recursos Hídricos y de Tierras, que siguieron un proceso similar al que se aplicará con la Ley de Semillas, antes de su aprobación.
La idea es recorrer todo el territorio nacional antes del segundo debate para llegar al Pleno de la Asamblea Nacional con insumos suficientes recogidos de todos los sectores que participen en la consulta prelegislativa que se compilen en el articulado de la ley. “Queremos tener una visión completa, tanto de la producción de semillas como de la legislación”, concluyó Proaño.
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