En Latacunga, más de 200 personas conocieron de cerca el contenido del proyecto de Ley de Cultura. Las observaciones que recibió la Comisión de Educación en esta localidad estuvieron orientadas a la autonomía de la Casa de la Cultura, espacios físicos para expresión cultural, registro, remuneración, capacitación, formación y seguridad social para los gestores culturales y artistas.
Las observaciones provinieron de los presidentes de la Casa de la Cultura Núcleo de Chimborazo, Cotopaxi y Tungurahua; ciudadanía de Pastaza, organizaciones sociales, direcciones de cultura de los gobiernos autónomos descentralizados, grupos de danza, teatro, artistas, gestores culturales, productores, estudiantes, maestros y público en general.
Este acto contó con la presencia del viceministro de Cultura, Juan Martín Cueva, quien hace un proceso de seguimiento y acompañamiento en la socialización. Recordó que esta ley es el resultado de un trabajo prolongado de cerca de 7 años, cuando en la Asamblea Constituyente se dispuso que el país cuente con una Ley de Cultura.
“No se está hablando de una Ley del Artista y del gestor de cultura, sino de todos los ecuatorianos que somos productores de cultura”, enfatizó Cueva, al señalar que después que se apruebe la ley hay que reglamentarla. La interculturalidad hay que aterrizarla a la política pública y a la institucionalidad, recalcó.
Byron Burbano primer vocal del directorio de la Casa de la Cultura de Cotopaxi, y Mama Negra de Latacunga -fiesta que forma parte del patrimonio cultural del Ecuador y en la que participan alrededor de 4 a 5 mil gestores de la cultura-, indicó que les preocupa la autonomía de la Casa de la Cultura.
“La cultura es la expresión del pensamiento universal y desde ese punto de vista en los núcleos consideramos que debe darse el tratamiento que efectivamente merece una ley de esta importancia”, expresó.
Comentó que es necesario que se defina con claridad la posición del Estado ecuatoriano respecto al tema de la cultura.
Normam Vargas, gestor cultural de una corporación de danza, solicitó que la Casa de la Cultura realice un registro de artistas; también artículos inexados en la elaboración de revistas y libros; se regule los espacios públicos para expresar cultura; permisos y organización correspondiente, entre otros.
Guillermo Montoya, presidente de la Casa de Cultura Núcleo de Chimborazo, solicitó que se amplíe el plazo de socialización en todas las provincias del país, con todos los actores culturales. Al hacer observaciones de forma pidió que se especifiquen y definan las competencias de la Casa de la Cultura, porque la “autonomía responsable es una simple novelería”, agregó.
El delegado del presidente de la Casa de la Cultura de Tungurahua se refirió a la seguridad social del trabajador de la cultura. Preguntó acerca del responsable empleador y qué va a pasar con el trabajador, con las jubilaciones patronales y las ordinarias.
Freddy Zambrano, director provincial de un grupo de danza de Pastaza, precisó que la Ley fortalecerá al gestor cultural y al artista. Aspira que la ley norme la remuneración de los trabajadores culturales, así como la formación y capacitación de los gestores del arte.
A Víctor Viera, de una empresa de producción, le llama la atención como intérprete que no se considere a los integrantes de Sayce para que formen parte de la estructura del Consejo de Cultura.
Edmundo Rivera, presidente de la Casa de la Cultura de Cotopaxi, preguntó como se financiará la seguridad social para los artistas. También habló de la regulación de los espacios públicos. Cree que los gobiernos autónomos descentralizados municipales no aportan para la cultura.
Estas observaciones serán analizadas por la Comisión de Educación para ser incorporadas en el alcance del informe para segundo debate en el Pleno.
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