Música, danza, teatro, poesía, literatura, cine y otras muestras culturales se dan cita esta mañana y parte de la tarde, en la Plaza Juan Montalvo de la Asamblea Nacional, en la Feria Cultural, que se realizó de forma simultánea al segundo debate del proyecto de Ley de Cultura, una normativa esperada por décadas por quienes se dedican a las actividades culturales. “Somos desempleados a tiempo completo y por eso esta ley representa derechos, porque durante la historia de nuestra profesión fuimos abandonados”, aseguró Alex Altamirano, reconocido actor ecuatoriano, quien empezó cuando tenía 15 años de edad como actor y hoy, casi a los 40, mira con optimismo el hecho que exista un marco jurídico que les dé garantías.
El colorido de los trajes de los danzantes, el sonido de los rondadores, la quena, las guitarras y los charangos, marcaron un ritmo diferente en la Asamblea Nacional. El Salón José Mejía Lequerica se transformó en una sala de cine, en donde durante toda la jornada se proyectarán cortometrajes de tradición y animación de nuevos realizadores ecuatorianos. Títulos como Runa, Antuino o El Señor Kinde, sirvieron para que el público conozca de cerca lo que se empieza a hacer en Ecuador con el Instituto del Cine.
Trueque de libros
Uno de los puntos de atracción fue el stand en donde se revivió la costumbre ecuatoriana del trueque, pero esta vez se intercambiaron libros de diversas temáticas, en donde los autores ecuatorianos tuvieron un sitial especial. “Normalmente he visto que hacen esto con comida, pero hacerlo con libros me parece fenomenal, más aún cuando la literatura es cara en el país”, explicó Natalia Meneses, de 21 años, estudiante de Comunicación de la Universidad Central.
Para quienes se dedican al arte y cultura, el hecho que exista una ley que los ampare ya es un avance. “Ahora no estamos reconocidos de ninguna manera, no somos sujetos de crédito, tampoco tenemos seguridad social ni ningún otro beneficio. Se habla del Régimen Diferenciado para la Seguridad Social, pero también es necesario que se reconozca la itinerancia de nuestro trabajo, pues no somos empleados de cinco días a la semana y ocho horas al día, porque nuestra labor es distinta. Hay que reconocer las limitaciones de esta actividad y plasmar en la normativa las complicaciones que nuestras profesiones traen”, dijo Alex Altamirano.
MC/pv
