Esta mañana, en el Pleno de la Asamblea Nacional, la presidenta del Legislativo, Gabriela Rivadeneira, entregó la condecoración Manuela Sáenz a la exmandataria de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Al acto también asistió la ex congresista colombiana y miembro del Movimiento Poder Ciudadano Siglo XXI, Piedad Córdova. “A mi me acusaron de terrorismo, dijeron que era parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, me quitaron los derechos durante 32 años y ahora me los tienen que devolver. A uno no lo juzgan en los medios de comunicación”, dijo Córdoba, al referirse a las opiniones contrarias sobre la condecoración a Cristina Fernández en Ecuador.
Para la asambleísta Blanca Argüello, es importante reconocer la trayectoria de una mujer que hizo historia en Latinoamérica, en Argentina, con su lucha y reivindicación de derechos y el trabajo político de la mujer. “Ella es protagonista de progresismo femenino que siempre estuvo latente, pero se reconoce cuando ella llega a manejar un país como Argentina, en donde se vivió una época de dictadura y machismo. Hay que reconocer el trabajo que una mujer logró hacer después de todas las luchas históricas ”, dijo.
Presencia de la mujer
La parlamentaria andina Silvia Salgado aseguró que a nivel de la región existe una fuerte tendencia de los pueblos a reivindicar la presencia de la mujer y reconocer los liderazgos políticos. Relató que el mundo se da cuenta que el pueblo de Argentina la sigue apoyando y está movilizado en defensa de la gestión de la expresidenta argentina. “En Ecuador el Parlamento tiene prevalencia de las mujeres con una posición progresista y democrática, hace posible que esto se dé y es la oportunidad de ratificar esta tendencia que expresa la voluntad política de la mayoría de mujeres en América del Sur”, aseguró.
Para Silvia Salgado, es fácil darse cuenta que el pueblo argentino reconoce la gestión de Cristina Fernández. “Lo que el pueblo defiende es una política social, que dio respuesta a problemas como la pobreza, desigualdad e inequidades. El gobierno de Cristina apoyó el proceso de integración regional, que ahora está amenazado con posiciones extremas”, concluyó.
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