La presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, clausuró el período legislativo 2013-2017. En su cuenta de twitter escribió que con la sesión de hoy, 11 de mayo, el Parlamento alcanzó el 100% del plan de trabajo.
En su última intervención, agradeció a todas las legisladoras y legisladores por su trabajo a lo largo de este ciclo. “Para nosotros fue un gran aprendizaje el llegar hace cuatro años y encontrar a nuestros compañeros, muchos vienen desde la Constituyente y otros desde el período legislativo anterior y hoy terminan sus gestiones”, señaló.
En ese sentido, solicitó que dichos asambleístas que culminan sus servicios a la Patria sean reconocidos “por las tareas elevadas desde la Asamblea” e hizo un llamado para que esta ‘Casa del Pueblo’ siga representando la democracia y amplia participación a través de los legisladores reelectos y sus nuevos integrantes.
“Gracias por el aporte de todos, por los momentos de tensión, por los momentos de amplia y ardua discusión, pero sobretodo por la coherencia, lealtad, trabajo cumplido y por mirar de frente siempre y a los ojos a nuestra ciudadanía, después de haber sido con esta Patria ecuatoriana y con los procesos que llevamos como bandera de lucha, absolutamente coherentes y leales”, puntualizó la Titular del Legislativo.
Los legisladores, atentos, unos de pie, otros sentados, escucharon el discurso de la Presidenta. Cuando concluyó, en el salón empezaron los abrazos, apretones de mano, palmadas, fotos, selfies, videos, sonrisas, llantos. Los asambleístas se desplazaban de un lado a otro, en busca de su compañero para captar un recuerdo en su teléfono celular. Al inicio, entre el espacio que ocupaba su bancada y después, en todo el escenario. Oficialistas y opositores se deseaban éxitos y despedían.
Como parte de los recuerdos, los miembros del Consejo de Administración Legislativa, entregaron a cada parlamentario una réplica de un fragmento del mural de Guayasamín “El Divino Sembrador”. La obra completa de este maestro se encuentra en la parte frontal del salón de sesiones y representa la historia del Ecuador desde la época preincásica e incluye importantes hechos y personajes de la República.
Después, un esquema de cantos por la libertad y dignidad humana, acompañado de danzas interpretadas por el Ballet Nacional del Ecuador, homenajeó a los asambleístas. Oigo tu voz, como un tributo a los desaparecidos, los sin nombre y luchadores; Isluga, que festeja el regreso a la patria amada; y, Canto a Latinoamérica fueron algunas de las piezas que entraron al escenario llenas de colorido, alegría, movimiento, magia, dulzura y tenacidad.
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