El espacio marítimo de Ecuador es de 1,3 millones de kilómetros cuadrados, cinco veces más que el territorial. Esa es una de las razones para que el control sea complejo. Hace poco se detuvo a un barco carguero de bandera china en la reserva marina de las Islas Galápagos. En la bodega hallaron tiburones en peligro de extinción. Se hablan de 300 toneladas. El caso motivó para que el Pleno de la Asamblea Nacional, a través de una resolución, condene la pesca ilegal en la Zona Económica Exclusiva (ZEE).
En la Comisión de Relaciones Internacionales escucharon esta mañana a Wang Yulin, embajador de la República Popular China, quien en una primera parte hizo un repaso de los principales hechos que marcan una saludable relación bilateral con Ecuador. Se refirió a varias donaciones, convenios de cooperación de tipo técnico y económico e intercambio de tipo educativo y cultural. En un segundo momento explicó la situación a partir de la detención del barco chino en Ecuador.
Según explicó, los cancilleres de Ecuador y China se reunieron a propósito de las sesiones de la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York. En esa cita, China pidió que el caso se trate de manera imparcial y justa, sobre la base de los hechos objetivos y el derecho internacional, sin perjudicar las relaciones bilaterales. Yulin informó que luego de las investigaciones se concluye que no se trata de un barco pesquero, sino un carguero frigorífico, por lo que sostuvo que no hubo pesca ilegal.
Cuestionamientos
El legislador Fabricio Villamar fue enfático al afirmar que no se trata de un tema de jurisdicción y que es evidente que los dos países tienen los mismos criterios respecto a la aplicación imparcial de justicia, pero insistió en que es evidente que para Ecuador las Galápagos revisten una preocupación permanente, pues es el espacio que más interesa conservar. “Usted se refirió a una embarcación y no a las 300”, dijo y cuestionó cómo evitar que en el futuro este tipo de acciones causen incomodidades entre las dos naciones.
El diplomático chino dijo que ellos tienen un sistema de monitoreo permanente en los barcos que están en alta mar y desmintió que la flota haya estado en territorio marítimo ecuatoriano. “El Gobierno Chino toma una actitud de tolerancia cero con el tráfico de las especies en peligro de extinción y sus derivados. Si se comprueba lo contrario, el gobierno Chino también lo castigará de forma severa. China tomó medidas efectivas, los barcos que operaban en altamar alrededor de la reserva marina de Ecuador ya se alejaron”, explicó y pidió que si existen evidencias de lo que él afirmó no se apegaba a la verdad, se las presenten.
Ana Belén Marín fue más allá. Para la Legisladora, la acusación por parte de la Fiscalía se basó en transporte y tenencia de especies protegidas, no en pesca ilegal. Enfatizó en que al ser este también un delito, sí afecta a la reserva marina de Galápagos. “Ya existe un resultado de la Fiscalía y es por eso la sentencia”, dijo y exigió que China forme parte del Acuerdo de Nueva York de 1995, pues hizo notar que la conservación es de doble vía. La Comisión no se detendrá con el seguimiento de este tema.
El espacio marítimo de Ecuador es de 1,3 millones de kilómetros cuadrados, cinco veces más que el territorial. Esa es una de las razones para que el control sea complejo. Hace poco se detuvo a un barco carguero de bandera china en la reserva marina de las Islas Galápagos. En la bodega hallaron tiburones en peligro de extinción. Se hablan de 300 toneladas. El caso motivó para que el Pleno de la Asamblea Nacional, a través de una resolución, condene la pesca ilegal en la Zona Económica Exclusiva (ZEE).
En la Comisión de Relaciones Internacionales escucharon esta mañana a Wang Yulin, embajador de la República Popular China, quien en una primera parte hizo un repaso de los principales hechos que marcan una saludable relación bilateral con Ecuador. Se refirió a varias donaciones, convenios de cooperación de tipo técnico y económico e intercambio de tipo educativo y cultural. En un segundo momento explicó la situación a partir de la detención del barco chino en Ecuador.
Según explicó, los cancilleres de Ecuador y China se reunieron a propósito de las sesiones de la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York. En esa cita, China pidió que el caso se trate de manera imparcial y justa, sobre la base de los hechos objetivos y el derecho internacional, sin perjudicar las relaciones bilaterales. Yulin informó que luego de las investigaciones se concluye que no se trata de un barco pesquero, sino un carguero frigorífico, por lo que sostuvo que no hubo pesca ilegal.
Cuestionamientos
El legislador Fabricio Villamar fue enfático al afirmar que no se trata de un tema de jurisdicción y que es evidente que los dos países tienen los mismos criterios respecto a la aplicación imparcial de justicia, pero insistió en que es evidente que para Ecuador las Galápagos revisten una preocupación permanente, pues es el espacio que más interesa conservar. “Usted se refirió a una embarcación y no a las 300”, dijo y cuestionó cómo evitar que en el futuro este tipo de acciones causen incomodidades entre las dos naciones.
El diplomático chino dijo que ellos tienen un sistema de monitoreo permanente en los barcos que están en alta mar y desmintió que la flota haya estado en territorio marítimo ecuatoriano. “El Gobierno Chino toma una actitud de tolerancia cero con el tráfico de las especies en peligro de extinción y sus derivados. Si se comprueba lo contrario, el gobierno Chino también lo castigará de forma severa. China tomó medidas efectivas, los barcos que operaban en altamar alrededor de la reserva marina de Ecuador ya se alejaron”, explicó y pidió que si existen evidencias de lo que él afirmó no se apegaba a la verdad, se las presenten.
Ana Belén Marín fue más allá. Para la Legisladora, la acusación por parte de la Fiscalía se basó en transporte y tenencia de especies protegidas, no en pesca ilegal. Enfatizó en que al ser este también un delito, sí afecta a la reserva marina de Galápagos. “Ya existe un resultado de la Fiscalía y es por eso la sentencia”, dijo y exigió que China forme parte del Acuerdo de Nueva York de 1995, pues hizo notar que la conservación es de doble vía. La Comisión no se detendrá con el seguimiento de este tema.
MC/pv